Carlo Collodi
Ilustrador: Robert Ingpen
Agradecimientos: Gracias a la Editorial Vicens Vives por enviarme con tanta amabilidad y rapidez este ejemplar ¡ya está entre mis preferidos!
Mi resumen: Pinocho es una marioneta de madera, nació de un tronco muy especial, ya hablaba antes de ser tallado pero con martillo y cincel, Gepeto le ha dado manos y piernas para poder correr y saltar por todas partes, ¡lo que más le gusta es jugar! quiere ir a la escuela como los demás niños pero acaba siendo atraído por otros niños tan traviesos y cabezotas como él hasta que acaba en los líos más insospechados. Pinocho quiere ser obediente, estudioso y crecer siendo responsable pero siempre termina en el mal camino pues la tentación se le pone por delante demasiadas veces, por suerte, aprenderá del mejor ejemplo: un hada azul.
En mi opinión... es una de las historias con la moraleja más sencilla y a la vez, necesaria que se debe trabajar desde la infancia. Siempre recuerdo en mi blog que la edad aconsejada en las lecturas está muy bien como algo orientativo pero yo sigo la filosofía de abrir la mente y leer sin prejuicios. En este caso no solo recomendaría este libro a niños, sino a adultos que trabajen con niños, que tengan hijos, sobrinos... pues se pueden trabajar cantidad de valores con esta historia.
Además, a mí, que como educadora me encantan las actividades temáticas y globalizadas, se pueden proponer muchos juegos interesantes con este cuento pero además con esta preciosa edición tenéis mucha suerte pues en las últimas páginas el mismo libro propone una serie de preguntas y reflexiones que ayudan mucho a la comprensión del texto y a extraer esos aprendizajes que al ser los más sencillos siempre los acabamos obviando.
Me lo he pasado genial leyendo este libro, he vuelto a ser una niña y me he dado cuenta de que a veces los adultos podemos ser muy duros y no nos damos cuenta de que las travesuras de los peques les sirven para crecer, para aprender a enfrentarse al mundo y ¿al final no es eso lo más importante?
Como muchas veces digo ¡qué difícil es ser adulto! y qué pronto se nos olvida lo realmente difícil que es ser un niño en un mundo de adultos. Quizás no vayáis a leer esta historia, ¡aunque os perderíais las preciosas ilustraciones! pero hoy me conformo con que me prometáis que vamos a seguir incentivando la lectura en los peques, que vamos a leer mucho con ellos y sobre todo vamos a conseguir para el futuro, jóvenes muy lectores porque el mundo siempre es mejor de la mano de bonitas historias como ésta. ¡Sigamos fomentando la literatura! ^^