Después de las navidades y los excesos, uno tiene ganas de limpiar un poco el organismo, o no? Esta sopa es muy adecuada para ello, además con el frío que hace apetece algo calentito. A mi me gusta tomarla para cenar una vez a la semana como rutina, e incluso más veces si me he pasado tres pueblos comiendo y necesito un poco de desintoxicación ;) Se tarda muy poco en prepararla y los beneficios que aportan son muchísimos, al final del post te los cuento.
Ingredientes (para 4 personas aproximadamente):
2 o 3 ramitas de apio
1 cebolla
Algas. Cualquier alga sirve. Yo uso la Wakame y otra que no sé como se llama, en la foto puedes verla
champiñones
Miso *
Preparación:
Se ponen en remojo las algas con agua caliente durante 30 min. aproximadamente. Una vez trascurrido este tiempo se escurren y se ponen en una cacerola. Añades el apio y la cebolla cortado en trozos pequeños y los champiñones en laminas y cubres con agua caliente (aquí te enseñe como hiervo el agua de una forma muy rápida) y una pizca de sal, no importa mucha, ya que el miso es un poco salado de por sí. Una vez transcurridos unos 25-30 min. apagas el fuego y cuando deje de hervir, añades una cucharada sopera de miso y remueves bien.
Algunos beneficios que aportan las algas son:
Son remineralizantes.
Son muy alcalinizantes, lo que ayuda a compensar la acidosis provocada por exceso en el consumo de carnes o alimentos procesados.
Son extremadamente depurativas, limpian la sangre, estimulan el funcionamiento de los riñones e hígado, eliminan las toxinas y reducen la absorción de metales pesados.
Regulan la tensión arterial.
Adelgazan y disuelven concentraciones de grasa y depósitos de mucosidades creadas por exceso en el consumo de leche.
Mantienen la piel, el cabello y las uñas en un estado saludable.
Muy importante, es que no son aptas para las personas con problemas de tiroides (especialmente hipertiroidismo) porque estimulan el funcionamiento de la glándula tiroides y, por lo tanto, el metabolismo.
* El miso es una pasta aromatizante fermentada hecha con semillas de soja y/o cereales y sal marina.
La casita de la mosca