Tipos de freidoras domésticas

De agua, de aire caliente, con y sin aceite. Sin lugar a dudas nos encontramos ante un gran abánico de tipos de freidoras domésticas con las que cocinar en casa, pero ¿acaso son todas freidoras de verdad?

En los últimos años ha habido un boom protagonizado por las freidoras sin aceite, pero ni son las únicas freidoras ni realmente fríen de verdad. Hoy analizamos cuáles son los tipos de freidoras domésticas que podemos encontrar en el mercado y os contamos cuáles fríen verdaderamente los alimentos.

Sartenes

La sartén es un recipiente metálico rodeado de bordes capaces de contener los alimentos en su interior y que está unido a un mango que sirve para sujetarlo con facilidad. Frecuentemente es usado como freidora doméstica aunque también puede destinarse a saltear variedad de ingredientes de cocina.

Funciona mediante una fuente de calor externa como puede ser un hornillo o una vitrocerámica aunque también existen sartenes eléctricas capaces de calentarse a través de una resistencia interna.

Freidoras Eléctricas Convencionales

Freidora doméstica convencional
Tipo de Freidora doméstica convencional
Las freidoras eléctricas convencionales son las freidoras domésticas “de toda la vida”.

En ellas se introduce una cantidad mínima y máxima de aceite (dependiendo de su capacidad) para que se caliente a través de una resistencia.

La temperatura se configura y una vez esté caliente se introducen los alimentos en el aceite hirviendo. Estos se fríen por un determinado tiempo hasta que están listos para su consumo.

Esta es, sin duda, la freidora por excelencia; aunque la cantidad de aceite que se necesita para freír sumado a la dificultad para limpiarla hace que muchas personas opten por no tener una en casa.

Freidoras de Agua y Aceite

Freidora doméstica de agua y aceite
Tipo de Freidora doméstica de agua y aceite
Las freidoras de agua y aceite son la mejor opción en tipos de freidoras domésticas que fríen de verdad los alimentos.

¿Por qué? Estas freidoras permiten que el aceite se conserve durante mucho más tiempo y, además, más limpio.

Poseen un sistema de filtrado a través del cual todos los restos de harinas y frituras se deslizan a la zona donde hay agua, esto hará que el aceite no adquiera sabores tan fácilmente, no se acumulen residuos y rentabilice mucho más cada garrafa.

Las freidoras de agua y aceite tienen incorporado un sistema de desagüe, a través del cual sacar el agua sucia, además de rejillas movibles para calentar tan solo una fracción del aceite si necesitamos freír menos cantidad de alimento.

Freidoras de Aire Caliente

Freidora doméstica sin aceite
Tipo de Freidora doméstica sin aceite
Las freidoras de aire caliente poseen una resistencia eléctrica que activa un sistema de aire caliente para que el calor se distribuya a través de unos ventiladores. El aire circula alrededor de los alimentos consiguiendo que se cocinen y se doren ligeramente por fuera.

Para utilizarla basta con añadir una pequeña parte de aceite (entorno a una cucharada), encenderla y configurar la temperatura deseada.

Tras varias pruebas realizadas por la Organización de consumidores y usuarios la OCU, concluyeron que los alimentos “fritos” tienen un sabor y un aspecto totalmente distinto a las freidoras que fríen de verdad.

Aún así, son muchos los defensores de este tipo de freidoras por su proceso de elaboración más saludable y por su extremada facilidad de limpieza.

¿En qué consiste realmente freír y qué tipos de freidoras domésticas fríen de verdad?

Pese a que existen algunos tipos de freidoras domésticas son capaces de simular el proceso de fritura, freír no deja de ser cocinar un alimento en aceites u otras grasas hirviendo, por lo que son las freidoras convencionales y las freidoras de agua y aceite, además obviamente de las sartenes, las únicas que fríen los alimentos de verdad.

Cuando un alimento se sumerge en aceite caliente, el agua que contiene se evapora al mismo tiempo que el alimento absorve la grasa que le rodea. Si el alimento se fríe correctamente se crea un recubrimiento que impide que el alimento evapore demasiada agua y absorva demasiado aceite. Este proceso de deshidratación ocurre a una temperatura aproximada de 170 ºC y dependiendo de la calidad de la grasa o aceite utilizados tardará más o menos tiempo en concluir.

Para freír correctamente tus alimentos es importante pues, que utilices un aceite limpio y, a ser porsible, sin reutilizar.

También deberás vigilar que la temperatura del aceite sea la adecuada, de lo contrario el alimento podría empaparse de aceite afectando a su textura y sabor.

Esperamos que ahora tengáis un poco más claro qué tipos de freidoras domésticas existen y cómo funcionan cada una de ellas. Nos vemos por BABYCOCINA, ¡hasta la próxima Cocinillas!

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