Tipos de vino: saber identificarlos
Las denominaciones de origen pueden ayudarte a saber qué tipo de vino es el que estás comprando. Toma nota:Tintos maduros: Rioja, Navarra, Ribera del Duero, Penedès, Priorato, Somontano.
Tintos jóvenes: Rioja, Ribera del Duero, Jumilla, Valdepeñas, La Mancha, a Alicante.
Rosados: Navarra, Valencia, Rioja, Ribera del Duero.
Blancos ligeros: Penedès, Rioja, Txakolí, La Mancha, o también Valdepeñas.
Blancos con cuerpo: Rueda, Rías Baixas, Alella, Costers del Segre.
Blancos criados en madera: Penedès, Somontano, Rioja, Navarra, Costers del Segre.
Blancos dulces: rioja, navarra, Alicante, toro, Valencia, Pedro Ximénez.
Espumosos: cava, champagne.
Finos y manzanillas: Jerez, Montilla-Moriles.
El maridaje perfecto
Jamón y embutidos curados: si se usan como entrantes, acompáñalos con un fino o manzanilla de Jerez. También sirve un tinto joven, un blanco de crianza o cava.
Quesos curados: tintos (reserva, crianza y jóvenes).
Cremas, sopas o verduras: opta por un vino blanco con cuerpo, o uno de crianza.
Purés y legumbres: elige un rosado.
Huevos: tintos (crianza y jóvenes) y blancos.
Patés, foie gras: decántate por vinos tintos (crianza y jóvenes), dulces o cava.
Postres: cava o vinos dulces.
El cava: cuándo elegirlo
A la hora de escoger un cava, hay que considerar primero el fin que le vas a dar. Pero el planteamiento siempre es el mismo: un brut nature y extrabrut para las comidas; los bruts para comidas y postres; y los secos para postres y aperitivos.Con qué acompañar las carnes rojas
Para las carnes rojas, opta por el vino tinto. Si eliges el cava, deberá tratarse de uno de la familia de los brut. El tipo de vino tinto a escoger dependerá del plato que decidas preparar.En el caso de que se trate de una ración de carne (tipo entrecot, chuletón o solomillo de buey), abre un crianza o un reserva. Puede ser de Rioja, Ribera del Duero, Priorato, Somontano o Penedès, todos vinos bien elaborados, robustos, potentes y concentrados.
Si te decides por un cordero al horno con más ligeramente especiado con más sírvelo con tinto tipo tempranillo, garnacha o cabernet. Sus aromas especiados le van muy bien.
Por último, si se trata de cualquier tipo de carne que hayas guisado o macerado con vino o una salsa al vino, debes utilizar para la comida el mismo tipo, aunque sea joven.
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Si comes pollo…
Este ave es una carne neutra que permite diferentes tipos de vino:Si lo preparas con un sofrito de tomate, cebolla y especias o plantas aromáticas, decántate por un tempranillo semi crianza, buscando un ligero sabor afrutado y agradable.
En el supuesto de que el guiso sea más sofisticado, con alguna salsa de aroma y sabor más intenso (como una salsa de trufas), lo más adecuado es optar por un vino con más cuerpo. Atrévete con un reserva de cabernet sauvignon o con un merlot.
Si lo preparas al horno con zumo de limón y hierbas aromáticas, opta por un vino blanco, tipo chardonnay, por sus aromas cítricos. Escoge, eso sí, uno joven y no fermentado en barrica, porque se pretende frescura, cuerpo y la acidez justa.
Para combinar pescado y marisco
El pescado no requiere usar automáticamente un vino blanco. Un tinto puede ser adecuado en el caso de especies grasas y de sabor fuerte, como el salmón.
Un rosado también podría resultar oportuno, por ejemplo, en el caso de un bonito encebollado con pimientos y tomate. Eso sí, tanto a los mariscos como a los pescados blancos, lo que mejor les sienta es un blanco o un cava brut, sobre todo si consumes productos crudos.
Frituras: para pescados, escoge vinos elaborados con las variedades autóctonas de Andalucía, como Palomino. Pulpos, sepias, mejillones y mariscos casan bien con albariño, verdejo y godello.
Guisos: para guisos en cazuela de barro, que combinan pescado con algún molusco y están aderezados con perejil, elige blancos de macabeo, parellada y xarel·lo. Una merluza rellena de gambas y con una salsa cremosa pide un blanco fermentado en barrica: un sauvignon blanc o un chardonnay.
Pescados con sabor: para pescados blancos con cuerpo como el rodaballo, la lubina o el besugo, luz blancos con crianza son una de las mejores opciones.
Con pasta o arroz, depende de la salsa
La bebida a escoger debe casar bien con la salsa:Si es marinera, y el plato se enriquece con mejillones o sepia, puedes elegir un blanco joven, aromático y frutal (macabeo, sauvignon blanc o verdejo), blancos con crianza, o incluso cava.
Opta por un tinto joven o rosado para una boloñesa.
Si es más aromática, mejor un blanco con crianza.