Hoy y yo creo que todos los días debemos aprender a soltar absolutamente todo lo que nos pese.
Hay que soltar todo momento triste, ya pasó y hay que aprender de ello, por más obscura que fuera la situación siempre, siempre hay un aprendizaje para bien o para mal, espero que todo siempre sea bueno, pero ya pasó y mañana es una nueva oportunidad para seguir viendo al sol de frente, para escribir un día distinto aunque tú seas una persona diferente a la que fuiste ayer, hay que avanzar.
Sé que se escucha ya muy trillado la frase "Para atrás ni para agarrar vuelo" pero es muy cierta y también es muy simple, no se puede regresar el tiempo así que es mejor vivir el presente y tratar de ver lo que sigue de la forma más positiva, con el corazón abierto.
No te aferres a tener siempre la razón. A veces es mejor callar y ser feliz que conseguir el crédito y vivir peleado con el mundo, con los que amas, con tu familia, escoge tus batallas, no vale la pena, el precio de tener la razón a veces es muy alto y te puede traer soledad, no confundas orgullo con verdad, valóralo y no estoy diciendo que te vuelvas sumisa o callada, solamente valora lo que peleas, si es importante adelante, si no déjalo pasar de largo.
Suelta la dieta, eso angustia mucho y más en estos días, mejor trata de caminar un poco diario y aumenta el agua, generalmente te da mucha ansia el comer en estas fechas y no hay remedio alguno, en enero te vas al nutriólogo y santo remedio.
Deja ir todo aquello que te quite el sueño por la noche. Aprende a meditar y si es posible desconéctate del teléfono, créeme al día siguiente cualquier problema que no es de salud se ve menos grave de lo que lo sientes en el momento, realmente no es tan grave como lo percibes y tiene una solución.
Sin más, aléjate de cualquier persona que sea tóxica, aunque sea familia, si no te suma que no te reste, si te hace mal entonces no vale la pena el esfuerzo, hay personas que gozan haciendo el mal, hablando mal de todos, contradiciendo, engañando, envenando...esas sean quienes sean, sácalas de tu vida y si no puedes, evítalas, huye, siéntate en el otro extremo, mientras más lejos mejor y mientras menos sepa de ti, también.
No persigas a quien te ignora, no toques más puertas que ya no se abren y entra a las que están de par en par, perdona y cura esa cicatriz que insistes en mantener fresca, ríe más seguido, llora de alegría y cuando sea por una pena llora hasta que te canses y vuelve a sonreír, baila aunque seas un tronco sin ritmo, canta, lee libros, aprende cosas nuevas, muévete del sillón, ayuda en algún voluntariado, dona todo lo bueno que ya no necesites, la basura al tambo, no te canses de ayudar a quien lo necesite y hasta que te necesite, reza, no hagas monólogos internos, no sirven de nada y solo cansan física y mentalmente, toma agua, come todo lo verde y elimina todo lo blanco, guarda espacio de vez en vez para el postre, ese sí que entra fácil.
Abraza, besa, di siempre que lo sientas un "te quiero" no sabes si podrás decirlo mañana.
Procura ver el amanecer y el atardecer.
No dejes que nadie te lastime y si lo logran no permitas que te dejen una cicatriz y no que te rompan el corazón.
Tú tienes el poder de ser feliz, no se lo entregues a nadie más, solo tú puedes vivir tus emociones.
Quiérete, date tiempo, duerme, estírate, sal con tus amigas, visita a tus padres,observa a tus hijos dormir aunque estén grandes y bendícelos por la mañana, valora lo que te rodea y jamás, jamás! des nada por hecho.
A los 40 cada vez más me convenzo que estar en paz es vital para la salud, rodéate de personas que te amen y que ames, con las que puedas platicar, reír y pasarla bien, suelta lo que te lastima y no te desgastes pensando en lo negativo, agradece a diario todo, todo, desde que despiertas hasta que te acuestas, si agradeces, creces y atraes lo bueno y eso, lo bueno, es lo que tú te mereces.
Gracias por tu valioso tiempo.