Carta a una niña imbécil…

No tienes nombre… solo eres una niña imbécil, insultada públicamente por su madre.
No tienes nombre, pero lo mereces, y no es el insulto.
Tal vez naciste en el lugar equivocado, se equivocó el mundo, se equivocó al dar alas a ideas absurdas y contranatura, de mujeres que llegan a la maternidad sin saber que a un hijo se le ama, simplemente sobre todas las cosas.
Que un hijo es el trozo perfecto y maravillosos desprendido de uno mismo.
Que el amor suaviza los defectos y agranda los dones, tu no te equivocaste, no pudiste elegir.

Estas creciendo en un lugar extraño, te destronaron de tu reino liquido y cálido, para rodearte de furia, frío y deyección, para crecer bajo la mirada de alguien que te insulta y te falta al respeto. No se si tuviste suerte, si alguien te amó y esperó con ansío, si alguien contó los días que faltaban para conocerte, si alguien celebró tu llegada, si fue así, cuándo cambio todas esas alegrías y sonrisas por el desprecio?
Debiste crecer en un vientre que fuese mil veces al día acariciado, debiste nacer en un mundo donde el hallazgo de tu espera llenara un hogar de risas y fiestas. Una mujer tendría que haber celebrado la dulce noticia con lágrimas de emoción, y seguir celebrando día a día tu crecimiento y descubrimiento, no es así. Y lo lamento.
No debieras haber salido nunca en las noticias, pero lo has hecho. Nunca debiste ser portada de redes, tendrías que haber crecido sin mas, entre unos brazos derrochadores de abrazos que supiesen amarte y respetarte en tu crecimiento.

Mis hijos no son imbéciles, son niños como tu, inteligentes, maravillosos, guapos, dulces,
divertidos…
Cuando me enfado, me cansan o tengo uno de esos días en los que me superan, la imbécil soy yo. Por no tener la templanza para estar horas viendo la misma película, jugando hasta la saciedad, recortando, pintando, saltando, riendo… mi mente y mi espíritu que nacieron perfectos con la edad se agrietan y envejecen y hacen mas difícil comprenderos a veces, pero eso no es excusa para que no te amen y alienten.
Los imbéciles somos los adultos, egocéntricos y estúpidos que no comprendemos que la infancia es el camino, la base, el itinerario hacia nosotros mismos, hacia los adultos del futuro.

La infancia debiera ser simplemente sagrada, y los bebes y niños pequeños, ídolos a los que henchir de abrazos y cumplidos.
En cambio creemos que son un material maleable perfecto para esculpir educación, respeto, buenos hábitos, modales… supuestos dones necesarios para la convivencia.
Necesarios?
Con dos años?
Con tres?
La educación, el respeto, los modales, las buenas formas no debieran aprenderse por la imitación? Mediante la observación de nuestros actos los niños crecen y hacen exactamente lo que creen correcto, lo que hacemos nosotros.

Has despertado al mundo, porque desgraciadamente eres el rostro de demasiadas niñas y niños sin futuro… no-niños, porque les robarán su infancia, en una sociedad en la que los comportamientos e insultos son a veces permitidos con un sólo fue una vez, con un es por su bien, con un quien bien te quiere te hará llorar, en una sociedad donde desgraciadamente a muchos niños les roban la vida… Porque la falta de respeto es el comienzo del maltrato.
Me avergüenza compartir espacio con desalmados que creen que el hecho de nacer niño te hace escaso y carente. Creen que tu condición te hace diminuto y sin derechos. El fin de un niño es convertirse en adulto, pero no todo vale, el alimento que reciba su mente y su corazón serán la argamasa con la que evolucionará el mundo.

Mis hijos no son imbéciles.
Tu tampoco lo eres pequeña, aprende de su ejemplo, aprende a no ser como ella.

Me duelen las madres que no veneran a sus hijos y hablan de ellos buscándoles taras y públicamente exponiendo sus malos ratos.
Cómo crecerán, sabiéndose imperfectos?
Cómo pretender que sean adultos cuerdos, honestos, buenos, si se crían bajo la premisa del insulto, sabiéndose despreciados.
En lugar de acompañarlos a crecer, los atamos bajo cuerdas que doblegan, que sobornan, que finalmente hieren…

Hoy tu llenas las redes con los insultos al ser que debías amar sobre todas las cosas, hoy crece sabiéndose tullida sentimentalmente, porque demuestras con tus palabras que tu amor no es diáfano y perfecto, mañana pagarás con su desamor, estas alimentando a un monstruo, el que te enseñará con la indiferencia y el abandono que no era imbécil, tan solo un bebe camino de ser niña.
Ojala te retractes de tus actos antes de que sea demasiado tarde, e implantes en su dulce corazón la semilla del rencor y del desamor.
Lástima que hayas iniciado el camino de la maternidad sin saber de la importancia y el valor del tesoro que manejas, lástima que el tenerla entre tus brazos, que su mirada limpia y amorosa no te hayan hecho pensar distinto.
Lastima, simplemente, por tu hija, que se merecía mucho mas, pero también por ti, porque has nacido en el lugar equivocado, se equivocó el mundo al no darte un lugar lleno de amor y cobijo donde crecer aprendiendo a amar y ser amado, no pudiste elegir, pero si pudiste aprender de los errores que conoces.

Tu hija aprenderá, será mejor que tu, y que yo, y en sus manos florecerán nuevas niñas que se sentirán queridas e idolatradas desde la cuna.



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