Lo primero es comprar la esponja y las flores pensando en la mesa , y el tamaño y la forma del centro.
Hay dos tipos de esponja: para centros con flores frescas o para centros con flores secas o de tela. En este caso compramos la primera y la sumergimos en un balde con agua. No hay que hundir la esponja, que al principio se mantendrá flotando. Tarda varias horas en empaparse. Lo mejor es ponerla en agua el día anterior a realizar el centro.
Después se recorta al tamaño oportuno. Para este centro no la he recortado y he usado de base una fuente alargada de cristal.
Después se cortan las hojas verdes del tamaño apropiado y se quitan las hojas de la base para que quede un trozo de tallo que podamos pinchar en la esponja. Si va a ser para una mesa de comedor, las ramas deben ser cortas para que el centro no quede alto y no impida a los comensales verse.
Una vez preparadas las hojas se clavan procurando que no se vea nada de la esponja.
Y por último se cortan y se clavan las flores.
Os dejo unas cuantas fotos más para que veáis distintas formas y tamaños.