Llega una edad en los que los niños despiertan su curiosidad, les gusta tocar, experimentar, aprender por ellos mismos, y eso no sería un problema si pudieran medir la peligrosidad de algunas cosas, como tocar una olla caliente, jugar con un mechero, tocar el horno cuando todavía está caliente, intentar coger la llama de una vela, acercarse demasiado a una estufa, etc....
Si alguna vez vuestros hijos acaban quemándose de manera leve, es importante retirar la ropa que esté en contacto con la quemadura, y luego colocar la zona quemada bajo un chorro de agua fría durante unos 10 minutos. Eso le aliviará la piel y detendrá el calor.
Hay que aplicar alguna pomada o crema para quemaduras, y es importante dejar la herida a la intemperie, sin taparla, así secará mejor y cicatrizará también mejor. Es conveniente también realizar una limpieza todos los días, con agua y jabón, y en caso de que salieran ampollas no se deben abrir nunca, ya que éstas protegen la quemadura de infecciones!
Imagen: roland.lakis / flickr
¿Nos dais algún consejo más para quemaduras?
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