No hay normas fijas en la decoración de interiores pero si dos tipos diferenciados de usuarios, aquellos a los que les gusta que sus aparatos de aire acondicionado y el resto de sus frigoríficos resalten en la decoración de su hogar y ocupen el puesto que les corresponda; a este grupo lo podríamos denominar de diseño industrial, que tampoco hacen ascos a las cañerías y convierten los aparatos más fríos en elementos decorativos.
En el otro grupo se encuentran aquellos que prefieren que estos aparatos, tanto lavadoras, como frigoríficos o aparatos de calefacción se integren en el estilo del hogar para dar una imagen mucho más cálida.
Los primeros no tienen problema, pero los segundos deben de hacer volar más su imaginación para integrar aparatos de aire acondicionado, estos que quedan suspendidos en la parte alta de la pared. También puede darse el caso que se cuente con aparatos antiguos o simplemente que los electrodomésticos no casen con el aire que se le quiera dar a la vivienda, y para todo ello existe una solución.
El estilo decorativo que mejor se adapta a tus gustos y personalidad
Una idea sería usar papel pintado para decorar el panel frontal del aire acondicionado, para ello basta muy poco pero debe de escogerse concienzudamente. Los amantes de las decoraciones victorianas pueden usar papel pintado con motivos florales y otra opción sería contar con el mismo papel con el que se ha empapelado la pared para dar una sensación de uniformidad, además los papeles pintados infantiles serán ideales para las habitaciones de los más pequeños.
Otra opción igual de sencilla consiste en pintar directamente este frontal, pero para hacerlo primero se debería lijar la superficie. Los más artistas pueden pintar un color como base y encima hacer su propia obra de arte, algo que no es problema hoy en día, que podemos encontrar una gran diversidad de pinturas.
Para ello se puede usar pintura en spray. Esto es lo más adecuado para los expeditivos, pero cuidado con manchar paredes y suelos al hacerlo, pues se pasará más tiempo cubriendo lo que se puede manchar que en el acto de pintar propiamente y en este caso no es necesario lijar, aunque siempre será mejor para que la pintura aguante un buen tiempo, por supuesto.
Y para aquellos que no soporten que el aparato de aire acondicionado esté al alcance de su vista pueden integrarlo en una estantería o taparlo trás un cuadro, pero en estos casos hay que tener especial cuidado de que las ranuras por las que se emite el aire queden libres, o de lo contrario nos cargaremos su función.
Hay quien lo esconde en estanterías con ranuras integradas en los muebles de la habitación y pasan totalmente desapercibidos, aunque siempre queda la opción de decorar el frontal del aire con vinilos. Como en el papel pintado, podemos encontrar de todos los colores y con todo tipo de decoraciones y de paso decorar la pared en la que se encuentra el aire.
El carácter que logran transmitir los inquilinos con sus ideas
Se puede dar un aire nuevo a una estancia partiendo de un elemento que no nos gusta ver, del mismo modo que se puede partir de él solo por encontrar un punto de partida.
Lo mismo pasa con los calefactores. Además de los muebles al uso, se les puede colocar detrás de los sofás, -siempre estaremos más calentitos-, o decorarlos con pintura, papel pintado o vinilo.
Los cuadros no sujetos con clavos, si no solo inclinados a ras de suelo, también es una idea muy de moda, así que basta poner un cuadro grande sobre un calefactor de pared para esconderlo sin renunciar al confort que da.
Y lo dicho, en el mundo de la decoración de interiores, todo sirve, y hoy más que nunca los expertos valoran más el carácter que logran transmitir los inquilinos con sus ideas que las tendencias de la moda.