Ayer llegaste a mi, estabas preocupado, cansado y perdido. Dejaste en el camino tu alma, escondida en una esquina. olvidaste que la necesitabas cuando llegaras a mis brazos. Ella estaba olvidada, perdida y quería regresar a casa contigo. La habías olvidado, tu alma estaba perdida. Regresaste por ella y la encontraste en aquella esquina. Suavemente […]
Fuente: este post proviene de Blog de BelisaLucha, donde puedes consultar el contenido original.