La ciencia médica logra abarcar todas las etapas del crecimiento y desarrollo del ser humano, estudiando los hitos que es menester que alcancemos según nuestra edad y condición. Desde la gestación hasta el momento del nacimiento, por ejemplo, el obstetra es el profesional médico encargado de que el embarazo avance con total normalidad tanto para la madre como para el feto y es lógico, por ende, que este último deba atravesar sus etapas de óvulo fecundado, trofoblasto, embrión y feto en función de ciertos parámetros.
Asimismo, desde el momento del nacimiento entran en acción otras disciplinas clínicas, como la pediatría, que hasta los 10 a 12 años se encarga de hacer seguimiento a la evolución del bebé, niño o niña para un sano desarrollo y ser garante de una vida adulta óptima. Pero, hay otras ciencias y especialidades que intervienen en esta etapa, una de ellas es la endocrinología, que ejerce un rol muy importante en pro del crecimiento infantil, el desarrollo físico y el estado hormonal de niños y niñas.
Sabemos, de esta manera, que es de competencia general e interesa a todos los padres, es por ello que, con base en la necesidad de atender oportunamente los trastornos del desarrollo, se han desarrollado diferentes tratamientos que buscan estimular la hormona de crecimiento. En este artículo te contamos cuál es su función en el organismo, los factores que la afectan y el tratamiento a aplicar en caso de deficiencia.
¿En qué consiste la hormona de crecimiento?
A las hormonas se les considera como “los mensajeros químicos del cuerpo”. Ellas hacen parte del sistema endocrino y se encargan de controlar la mayoría de las funciones de nuestro organismo, entre ellas, el crecimiento. La hormona de crecimiento cumple con la función de regulación de la formación de células, tejidos y huesos en nuestro cuerpo, además de otras responsabilidades metabólicas. Esta hormona es también conocida con el nombre de “somatropina” y es producida en la zona baja del cerebro, un lugar identificado con el nombre de adenohipófisis, que hace parte del sistema endocrino.¿Cómo opera la hormona de crecimiento?
La hormona de crecimiento es enviada desde el adenohipófisis por todo nuestro cuerpo, usa como vehículo el torrente sanguíneo para alcanzar cada órgano. Esta hormona es uno de los diferentes tipos que utiliza nuestro cuerpo para cumplir sus funciones, pero no la segregamos todo el tiempo. Si fuera así, nuestros hijos podrían llegar a ser gigantes rompedores de Records Guinness. Como todo en la naturaleza, nuestro cuerpo halla un equilibrio por medio de la segregación de la hormona conocida como “somatostatina”, que se encarga de frenar e inhibir el crecimiento. El conocimiento e investigación de estos procesos está a cargo del médico endocrinólogo y, para nuestros hijos, el médico tratante es, específicamente, el endocrinólogo pediatra.Factores que afectan a la hormona de crecimiento
Ya sabemos que la hormona de crecimiento es liberada por nuestro cerebro y enviada por todo el organismo para lograr que en el cuerpo de tu hijo aumente de estatura, se incrementa el porcentaje de masa muscular, se regula su metabolismo, ayuda a retener el calcio y a producir otras proteínas. Por lo tanto, esta hormona tiene una incidencia crítica en la formación y crecimiento de nuestros hijos. Es cierto que todas las personas nos desarrollamos en diferentes tiempos y que la genética tiene mucho que ver en la estatura que alcanzará tu pequeño, pero la ciencia ha logrado estandarizar para saber con certeza cuándo un niño se encuentra dentro de los márgenes de lo normal. Cuando tu hijo está por debajo del promedio de estatura, puede ser una señal de alerta que nos haga sospechar que existe una deficiencia de la hormona de crecimiento.Los factores que pueden afectar el crecimiento de los niños puede ser tanto endógenos como exógenos, alguna de estas son:
Historia genética: El patrón de estatura familiar.
Enfermedades sistémicas: Aquellas en que se ven afectados diferentes órganos del cuerpo.
Desnutrición y trastornos del sueño: No tener una alimentación balanceada y buen descanso afecta la producción de la hormona de crecimiento.
Retraso del crecimiento intrauterino: Significa que el crecimiento del bebé desde que se encuentra en el vientre de la madre se encuentra desacelerado, puede ocurrir especialmente cuando la gestante fuma, toma o consume psicotrópicos durante el embarazo, aunque una restricción del crecimiento también puede ocurrir como resultado de preeclampsia en la madre, una condición delicada durante el embarazo que viene dada por la limitación de irrigación sanguínea a través de la placenta y presión arterial elevada.
Trastornos genéticos y hormonales: Hace referencia a condiciones especiales como el síndrome de Turner, síndrome de down o un desbalance en la producción general de hormonas.
Tratamiento con hormona de crecimiento
El desarrollo científico ha permitido dar una respuesta a cada tipo de anomalía que surge de investigar el cuerpo humano. Actualmente ya existe un tratamiento de hormona del crecimiento que sirve para atender estos diferentes trastornos. Consiste en la aplicación de inyecciones diarias que contienen una versión sintética de la hormona de crecimiento, es decir, una versión elaborada en laboratorio de alto nivel que ha pasado todos los filtros de seguridad. Para saber si tu hijo es candidato para el tratamiento debe acudir con médico pediatra endocrinólogo, quien practicará una serie de exámenes, los más comunes son: la edad ósea, los niveles de insulina, la producción de somatotropina o la tolerancia a la insulina.Para una asesoría personalizada te recomendamos visitar el Centro Sequoia, un equipo de expertos médicos especializados en el crecimiento infantil y que cuentan con un gran renombre en México. Visita su sitio web para conocer más y agendar tu cita.