¿Vosotros lo tuvísteis claro? ¿O fuísteis, como en otras cosas, probando, hasta saber con cuál os quedábais?
Hay mamás y papás 'pro-plástico' que apuestan por estos cómodos recipientes, por su livianidad, ya que son ligerísimos y cómodos de portar y apenas se rompen, dado el material resistente a golpes. Una de las pegas que se le pueden achacar es que quizá duren menos, ya que tienden a rayarse mucho, así como a retener el olor (y color) de los líquidos ue contienen. De ahí que se recomiende cambiarlos con frecuencia.
Los que se quedan con los bibis de vidrio, aseguran que es una garantía a largo plazo, si se tratan con cuidado. No absorven los olores como puede hacerlo el plástico, y son higiénicos por esta razón. Además, resisten bien el cambio de temperatura y pueden esterilizarse tanto en frío como en caliente. Eso sí, son difíciles de encontrar.
¿Con cuál os quedáis vosotros/as? ¿Y por qué?
Os dejo con un reportaje sobre consejos para elegir el biberón