Cuando somos muy pequeños, siempre estamos acompañados, o más bien 'literalmente rodeados', de todo tipo de gente, pero cuando estamos muy pequeños es dificil que podamos catalogar a alguien como nuestro primer mejor amigo. Al principio, es nuestra familia quien vela por nosotros y se preocupa de cubrir nuestras carencias emocionales, y vitales en general, pero más tarde, se va dejando un margen espontáneo a otro tipo de facetas que llenan nuestra vida hasta la edad adulta. Los amigos, el colegio, los profesores, las primeras fiestas de cumpleaños o las primeras excursiones sin los padres, son hitos que van marcando nuestra vida y que más tarde serán recuerdos que nos harán esbozar una sonrisa una vez somos mayores.
¿Quién no recuerda a su primer 'mejor amigo'? Ésa personita que, como a nosotros, sólo quería jugar y pasarlo bien. Hay quien tuvo la suerte de encontrar a su mujer amigo en el parque de al lado de casa, otros muchos en la guardería, y algún otro en el colegio, ya más mayorcito. Pero los pueblos o lugares de veraneo también son lugares muy propicios para las primeras amistades. En mi época era de lo más común tener a los mejores amigos en el pueblo al que se iba en fin de semana. (Para quienes seáis de fuera de Madrid, aquí es muy típico que tus padres no sean de la capital)
Yo, por ejemplo, me considero afortunada, porque guardo algunas amistades de las de toda la vida. Pero si tengo que ceñirme a una en concreto, se perfectamente quién es. Ella fue la primera niña a quien conocí con apenas 4 años. A día de hoy, tiene 26,como yo, y desde entonces, no hemos dejado de compartir los momentos más importantes de nuestra vida juntas.
Obviamente, cada vez es más difícil coincidir, y quizá hayamos sustituído las tardes largas y ociosas en el barrio, por un refresco express en el bar de al lado para ponernos al día de nuestras vidas, pero sabemos que nos tenemos la una a la otra y es fantástico.
No sé si vosotros recordaréis al primer amigo que tuvísteis de pequeños, o si reconocéis perfectamente quién ocupa ése lugar de honor en la vida de vuestros pequeños, ¡pero me gustaría que me lo contáseis!