En Ñam Ñam, mi niño come bien podemos encontrar,por ejemplo, trucos relativos a la postura del bebé a la hora de comer y cómo esta circunstancia determina muchas veces que coma mejor o peor, así como la cantidad que ingiera. Lo importante que es el cara a cara, que el niño se comunique desde chiquitito con sus papás. Subraya además, cómo la televisión es nefasta para lograr ese feedback tan beneficioso para la relación madre-hijo.
Otro punto del que habla Ñam Ñam, mi niño come bien es de cómo los abrazos son muy gratificantes y nada contraproducentes, pero si sabemos darlos. Mantener al bebé cómodo encima de nosotros, no sólo en el tiempo de lactancia, sino en cualquier momento del día. Esto es básico para el confort y la salud de la mamá y también del papá que cargue al bebé.
Liberarse de tópicos y leyendas urbanas relativas a los horarios de comida o a forzar al bebé a que coma, por ejemplo, son otros aspectos en los que se centra esta guía. Nada de relojes ni métodos estrictos que acostumbren al bebé a que la comida no es un momento de relax y que a vosotros, papás, sólo os hacen tiraros más de los pelos. Grandsenne nos enseña cómo ''escapar de los relojes'' es mucho más práctico de lo que creemos. Dar de comer a tu hijo ha de ser un momento feliz, en el que nunca se fuerce y sencillamente se le invite a ser alimentado de la mejor manera posible. Pero no quiero contaros más, mejor juzgad vosotros mismos. Un libro lleno de pautas para orientar a los papás en una etapa difícil para la alimentación de los bebés, de 0 a los 3 años de edad.
¿Soléis echar mano de guías de nutrición para bebés?