Durante mucho tiempo atrás se tenían ciertas costumbres que nos inculcaban las abuelas de preparar los pezones para poder amamantar a nuestro pequeño, costumbres que solo se convirtieron en mitos en la actualidad.
En aquel tiempo la futura madre tenía que pasar por varias circunstancias para “evitar” dolores en los pezones o grietas, estas actividades a veces resultaban más dolorosas, las abuelas recomendaban frotar los pezones con una toalla para endurecerlos, al igual que tomar un cepillo de dientes y frotarlos.
Con el pasar del tiempo se ha llegado a la conclusión que los consejos de las abuelas ya no son necesarios en cuanto a esta etapa, ya que el dolor o grietas en los pezones se debe a la mala posición que adopte el niño en el momento de amamantarlo.
Igual el mito de limpiar los pezones antes de amamantar al bebé quedo en el olvido, ya que existen unas glándulas llamadas Montgomery, estos son puntillos ubicados alrededor de la aureola y mantienen limpios los pezones, así que, no hace falta lavarlos con jabón porque debido a esto podría provocar resequedad.
Recomendación:
Si notamos que los pezones están secos antes del parto podemos usar una crema humectante, cuando ya haya nacido el bebé y se presenta este mismo problema, se debe consultar con el médico para que nos recete la crema adecuada sin que le ocasione algún daño.
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