Para las mujeres, la lactancia materna es uno de los aspectos más gratificantes de la maternidad. Al amamantar a nuestro hijo, se genera una conexión vital para la vida del pequeño. Los nutrientes que los recién nacidos obtienen de la leche materna son indispensables en sus primeros días.
Sin embargo, las complicaciones que conlleva amamantar a los pequeños no son inexistentes. Las grietas en el pezón son un problema recurrente para las mujeres lactantes. Causan dolor e incomodidad al amamantar, además de afectar la alimentación del bebé.
Las causas de las grietas en pezón lactante son variadas. Pero los causantes de esta problemática pueden corregirse, y las grietas en el pezón durante la lactancia pueden curarse. Seguid leyendo para saber lo que hay que hacer.
Lactancia materna y grietas pezón
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura aconseja alimentar a los bebés con lactancia materna exclusiva durante sus primeros seis meses de vida. La FAO (por sus siglas en inglés), explica que la leche materna les proveerá de todo el líquido y los nutrientes que los recién nacidos necesitan.
Si nuestro pediatra nos aconseja amamantar a nuestro bebé, no tiene nada que ver con ideas pasadas de moda. La leche materna es la fuente más completa de nutrientes para los bebés. Está demostrado que, los bebés con lactancia materna exclusiva son más sanos y menos propensos a enfermedades infecciosas. Además, los bebés se sienten más seguros al estar en contacto con el pecho materno.
Las grietas en el pezón por lactancia es de las primeras causas del abandono precoz de la lactancia. Es por esto que educar y prevenir es tan importante. Los recién nacidos necesitan los nutrientes de la leche materna para su desarrollo óptimo.
Si tenemos una conocida que nos dice “tengo dolor de pezón” o “me duelen los pezones”, debemos asegurarnos de decirle que tiene solución. Recordadla que suspender la lactancia no es la mejor opción para su bebé e invitadla a educarse al respecto.
Si duele, hay un problema que atender
Si bien la lactancia es muy beneficiosa para el recién nacido, darle la teta a nuestro pequeño puede ser problemático. Lo primero que debemos saber: amamantar a nuestro bebé no duele.
Si nuestro bebé succiona nuestro pezón y nos duele, algo no va bien. No os alarméis, tiene solución. Pero la normalidad no es esa. En muchas ocasiones las madres lo ven como algo normal, algo que pasará. Pero la verdad es que seguir amamantando solo puede empeorar el causante del dolor.
Es de suma importancia la alimentación de las madres en el período de lactancia, ¿verdad?. Pues igual de importante es atender el dolor en los pezones o cualquier molestia al amamantar.
Corregir el problema del dolor en sus primeras apariciones, evitará que el problema se agudice. Si sentimos dolor en el pezón, algo no va como debe mientras amamantamos a nuestro pequeño. Recordad, amamantar no duele. Y si duele, hay algo se está haciendo de forma incorrecta, pero que sin duda se puede corregir.
Las razones de los pezones agrietados
Este problema al amamantar no es espontáneo, los pezones agrietados tienen sus causas. Principalmente, la mala postura y el mal agarre del bebé es lo que termina por dañar los pezones.
Cuando los bebés solo chupan el pezón de la madre, la lengua y las encías lo rozan constantemente. Cuando esta situación se repite, es cuando se producen los pezones agrietados.
La educación para las madres lactantes es indispensable. Una mala postura puede afectar la alimentación del bebé, nuestra comodidad, y por ende, nuestro cuerpo.
Una postura correcta consiste en acercar el bebé a nuestro cuerpo, hasta pegar su mejilla con nuestro pecho. La boca se abre ampliamente, de forma que agarre toda la areola del seno.
Además, cuando un bebé tiene una postura idónea, escuchamos cómo succiona y traga la leche. Se alimenta de forma correcta y sin ningún esfuerzo. Si nuestra posición para amamantar no es la correcta, nuestro bebé no comerá bien. Veremos cómo rápidamente suelta la teta. Y muchas veces confundimos esto con un bebé satisfecho.
Amamantar a nuestro bebé de forma incorrecta por tiempo prolongado es peligroso. Puede tornarse en un problema de grietas en el pezón con sangre, e incluso infectarse.
La Guía de Lactancia Materna de Carlos González, “Un regalo para todo la vida” es un excelente manual. Despeja dudas y educa de manera eficiente a las madres lactantes.
¿Cómo curar las grietas en el pezón?
Lo más importante que debemos saber: puede curarse. Lo principal es corregir la postura y el agarre de nuestro bebé al amamantarlo. De esta forma el problema no se hará más grave. Y si somos madres que no tienen este problema, podemos evitar las grietas en el pezón.
Ahora bien, ¿cómo aliviar las grietas en el pezón?. Existen métodos naturales, como la aplicación de aceite de rosa mosqueta, aceite de oliva o aloe vera. Sólo debemos aplicarlo sobre la zona afectada.
Por otro lado, también existen pomadas para las grietas en el pezón. La crema Avent para grieta en el pezón es una excelente opción que podemos elegir la cual consigue tanto alivar como curar los pezones agrietados. La crema para pezón agrietado de Lasinoh con lanolina es también altamente efectiva. Por supuesto, la archiconocida Purelan 100 de Medela también con lanolina 100% natural, es muy recomendable.
¿Cuánto tiempo duran las grietas en el pezón?. Depende mucho de la gravedad de las heridas. En tanto apliquemos el tratamiento elegido de forma correcta, unos cuantos días serán suficientes. Con una buena crema para pezón agrietado, nuestro problema debería estar resuelto, recordad que, en caso de no notar mejoría, deberemos consultar con nuestro médico de familia o ginecólogo. Tanto nosotras, como nuestro bebé, podremos estar tranquilos.
¿Debemos amamantar con el pezón agrietado?
Este es un asunto delicado. Porque las situaciones son particulares, y la tolerancia al dolor no es igual en todas las madres. Si tenemos grietas en el pezón infectadas, a lo mejor es necesario suspender la lactancia mientras las tratamos.
Por otro lado, si el dolor de la succión de nuestro bebé es insoportable, no debemos amamantar. Si amamantamos con dolor, nuestro bebé no se alimentará de forma correcta.
De cualquier forma, suspender la lactancia materna no significa quitarle la leche materna a nuestro niño. Con el extractor manual de leche y el set para recogida y alimentación de Medela, lo tendremos resuelto.
Si bien podemos ser de las madres que pueden seguir amamantando, otras no corren con la misma suerte. Para ellas, extraer su leche y almacenarla, para luego alimentar a su pequeño puede ser una buena opción.
Si los pezones llegan al punto de sangrar, e infectarse, lo mejor es extraer la leche manualmente. Así cuidaremos nuestros pezones eficientemente y no expondremos a nuestro bebé al tratamiento que nos indiquen (aunque estos tratamientos suelen ser inocuos para los niños). El proceso será más rápido.
Si corregimos la postura con la que amamantamos al bebé, y curamos los pezones, el problema estará resuelto. Nuestro bebé puede seguir obteniendo todos los beneficios de la leche materna, y lo más importante, evitaremos que los pezones agrietados aparezcan nuevamente.
Por último, recordad que no hay que obsesionarse con la lactancia materna y siempre será mejor una mamá sana y contenta que otra malherida sin una lactancia feliz y placentera.
Buen día a tod@s!!