En general, el cuerpo de una mujer suele comenzar a sufrir cambios desde el momento que sale embarazada, pero es justo después del nacimiento del bebé cuando los senos comenzarán a llenarse de la producción de leche materna que se necesita para que el bebé se alimente apropiadamente. Sin embargo, para que este proceso se pueda llevar de la mejor forma posible, se deben tener en cuenta algunos cuidados importantes.
Posiciones para amamantar
Para amamantar existen varias posiciones que pueden ayudar a que la madre se encuentre cómoda y que el bebé pueda prenderse del pecho sin problemas. No obstante, se debe tener presente que el bebé no debe tener que voltear la cabeza para poder tomar del pecho, por lo que este siempre debe estar frente a él de manera natural.Puede hacerse con la madre sentada o acostada, aunque lo mejor es que se cuente con mecedoras lactancia que son las más adecuadas para darle apoyo a la madre mientras realiza la labor de alimentar a su pequeño.
En este sentido, es importante precisar que el conocer la diversidad de modelos de sillones mecedoras de lactancia que hay en el mercado actual, así como sus características, nos permitirá elegir el que mejor se adapte a la necesidad y comodidad que se requiere para ese especial momento. Además, estos muebles cuentan con una serie de ventajas que pueden ayudar a que el proceso de lactancia sea mucho más reconfortante y placentero tanto para la madre como para el bebé.
Promueve el descanso de los brazos. Ya que cuentan con reposabrazos fuertes y seguros. De esta forma, la madre podrá encontrar el apoyo que necesita al cargar al bebé para que pueda comer tranquilamente.
Mantiene la posición adecuada de la espalda. Muchas mujeres al dar el pecho suelen encorvar la espalda, lo que les provoca dolor. Sin embargo, al utilizar un sillón mecedora se mantendrá la espalda recta y bien colocada en todo momento.
Ayuda a hacer ejercicio. El balanceo ayuda a ejercitar cuerpo, mente y espíritu, permitiendo mejorar la respiración, la circulación y la liberación de estrés. Esto hace que el pasar tiempo con el bebé meciéndose sea beneficioso para la madre también.
Cuidados para el pezón
Ya conociendo la mejor postura para llevar a cabo la hermosa acción de amamantar, es necesario tener en cuento los cuidados que la madre debe tener con el pezón. Es importante que este se mantenga siempre limpio y seco, para evitar que aparezcan grietas o que pueda crearse alguna infección en los senos.Para ello, se recomienda que la madre no utilice nada que le pueda comprimir el peso, así como que se coloque algún tipo de discos absorbentes para evitar derramamientos de leche y se mantenga siempre seca el área. Estos deben cambiarse con regularidad para garantizar que la humedad no cree bacterias que puedan dar problemas.
Además de ello, no se recomienda que el pezón sea lavado antes de las tomas del bebé. Por el contrario, los microorganismos que se puedan encontrar en él, favorecen la salud gastrointestinal del bebé. Solo es necesario que se realice un lavado diario con agua, puesto que los jabones pueden causar daños a la piel y destruir la producción de aceites naturales, lo cual hace que se resequen y se agrieten con facilidad.
Por último, es necesario que los pezones se sequen al aire libre después del lavado o que se froten con cuidado con una toalla, para no irritarlos ni causar dolor.
Alimentación durante la lactancia
Este es un punto donde no todo el mundo está de acuerdo. A pesar de ello, lo cierto es que las mujeres lactantes deben evitar comer dulces en exceso, las bebidas alcohólicas, el cigarrillo y las chucherías, puesto que pueden causarle problemas al bebé.Además de ello, la alimentación de la madre debe ser balanceada, aunque sin restricciones estrictas, ya que la lactancia no es un impedimento. Puede darse el caso de que la leche materna cambie de sabor al ingerir ciertos alimentos, lo cual es positivo para que el pequeño se acostumbre a experimentar sabores diferentes.
No obstante, puede darse el caso de que algún alimento le dé a la leche materna un sabor desagradable para el bebé, por lo que se debe mantener la atención y evitar volver a consumirlo durante la lactancia.
El tiempo que se pasa con el bebé durante la lactancia es recomendado para fortalecer el lazo madre e hijo. Esto ha logrado que muchas mujeres se decidan a darle pecho a sus bebés y disfrutar de la sensación que les proporciona.
Otros datos generales sobre la lactancia
Los bebés pueden comenzar a comer después de las 2 primeras horas de vida, por lo que la madre debe tomarlo y colocarlo en el pecho de forma que pueda abrir la boca e introducir toda la areola del pecho en su boca. Al principio, lo que le saldrá al pecho será una “pre-leche” que recibe el nombre de calostro. En esta primera toma, se dice que se encuentran muchos anticuerpos que el bebé asimilará para su inmunización.Este producto es ligero, puede ser acuoso o espeso y cuenta con un color algo amarillento. Su flujo es bastante lento para ayudar al bebé a adaptarse a la succión y aprender a amamantarse, por lo que solo se produce durante los primeros 3 o 4 días de la lactancia.
Pasado este tiempo, la madre comienza a producir leche materna como tal, siendo el flujo directamente proporcional al estímulo que se produce con la succión del bebé, es decir, la madre producirá más leche en la medida que el bebé succione más.
Dicho esto, se debe aclarar que este es la mejor forma de que la producción aumente, por lo que las creencias de que ciertos alimentos y bebidas pueden ayudar a la mayor producción son falsas.
En resumen, amamantar es la más hermosa acción de amor que una madre brinda a su hijo, pero es necesario que se mantengan ciertos cuidados para que se pueda hacer de forma correcta, favoreciendo tanto al bebé como a la madre.