Voy a ponerme cómoda y a tomármelo con calma, porque quiero hablar sobre la lactancia materna.
Los protagonistas de ésta foto somos Bernat y yo,una foto sin misterio alguno, simplemente una madre dándole el pecho a su bebé, así es como lo veo yo.
He leído muchos blogs de maternidad y en la mayoría todo suena muy bonito. Cuentan que el bebé se cogió al pecho en el mismo paritorio, que a la mamá le subió la leche antes de dejar el hospital, etc. Nuestra lactancia no fue así, Bernat no se cogió al pecho nada más nacer ni yo me encontraba bien para insistirle y en mi caso, la subida de leche vino a los 3 días después del parto.
Como bien explicó la matrona en las clases de preparación al parto, los primeros días el bebé se alimenta de calostro. Es la primera leche que se produce y dura hasta que se empieza a producir la leche definitiva. Está compuesto por inmunoglobulinas, agua, proteínas, grasas y carbohidratos.
Resumiendo, no es verdad que hasta que se produce la leche definitiva el bebé pasa hambre porque con el calostro el bebé tiene cubiertas las necesidades alimentarias.
Los primeros días en casa tanto para Bernat com para mí fueron difíciles, él lloraba y lloraba porque tenía más hambre de lo que realmente mamaba y yo no sabía como colocarme o colocarle para se agarrara bien.
El asesoramiento (por llamarlo de alguna manera) que me ofrecieron en el hospital sobre la lactancia materna, fue penoso por no decir inexistente…Una ayudita seguro que hubiese evitado muchas situaciones.
Cuando se produjo la subida de la leche Bernat llegó a aumentar en una semana 410 gramos. Aquel día salí de la visita del pediatra con una sonrisa de oreja a oreja, que ganase peso era una muy buena señal!!
Mi sonrisa se fue borrando poco a poco conforme pasaron los días. Mis pechos se hincharon muchísimo, estaban duros y me dolían incluso por la noche, tanto si dormía de lado como si lo hacia boca arriba.
Esto que cuentan en la web Ser Padres es justamente lo que me pasó;
Los pechos se congestionan por el aumento repentino de leche, linfa y aporte de sangre. Es habitual que tras la subida haya unos días de producción excesiva. El pecho necesita tiempo para regular su fabricación a la demanda del bebé.
Estuve 2-3 días así con dolores, pero el tiempo, un sacaleches y una lactancia bien establecida lo solucionó.
Tras este problemilla que tuve todo ha ido muy bien, no he sufrido de ninguno de estos problemas; grietas, mastitis, hipogalactia…¿Si se diese el caso? No he tenido la necesidad de planteármelo, pero supongo que lo primero que haría sería asistir a un taller de lactancia para que me ayudasen.
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Un día me puse a ver conferencias de un pediatra llamado Carlos González, aconsejada por una amiga. Fue cuando entendí lo que significaba realmente lactancia a demanda, me interesó tanto lo que contaba que al día siguiente me compré su último libro “Comer, amar, mamar”.
En este libro no sólo he encontrado respuestas a muchas de mis dudas, estoy aprendiendo muchas cosas del mundo de los bebés y ya no tan bebés.
Son 3 libros recopilados en uno, Bésame mucho básicamente un libro que explica como funcionan los niños, Un regalo para toda la vida, es el más extenso, trata sobre la lactancia materna (hormonas, cómo dar el pecho, embarazo, parto, problemas en el pecho, alimentación de la madre…), y por último Mi niño no me come, son consejos para prevenir problemas de alimentación en los niños.
Puede que resulte extraño pero este libro ha sido mi único apoyo moral.
La lactancia materna tiene muchas ventajas;
Se trata de un alimento "inteligente": además de proporcionar los nutrientes necesarios para el lactante, posee inmunoglobulinas, unos anticuerpos que ayudan a prevenir tanto infecciones respiratorios como las diarreas. Además contiene enzimas beneficiosas para facilitar la digestión del niño, que en los primeros meses de la vida puede estar un poco inmadura.
Ayuda a madurar diferentes sistemas: gracias a que ofrece diferentes hormonas que actúan como factores tróficos.
Regula la ingesta del bebé: a través de su composición, ya que va cambiando a lo largo de la toma.
Favorece el desarrollo del sistema nervioso central y la maduración de su retina: gracias a su composición basada en Omega 3 y Omega 6.
No sólo beneficia al bebé: la leche materna no sólo resulta ventajosa para el bebé, sino también para la madre porque previene el riesgo de cáncer de mama y ovarios y reduce la hemorragia posparto y la anemia.
Me gustaría también comentar que existen algunas “incomodidades” que he ido descubriendo por el tiempo sobre la lactancia materna y no sé si serán pasajeras o permanentes.
Durante las primeras semanas entre toma y toma el pecho producía leche sin la necesidad de que succionara el bebé así que era preciso llevar unos discos absorbentes en el sujetador. Esto ya no sucede, sin embargo el uso de discos continua siendo necesario porque gotea leche del pecho contrario al que amamanta.
Otra de las incomodidades viene por la prolactina, una de las dos hormonas responsables de estimular la producción de leche. La prolactina tiene su pico entre las 2 y las 6 de la mañana, por esta razón aunque Bernat a sus 3 meses pase toda la noche durmiendo como lleva haciendo desde hace un par de semanas y no mame, mis pechos continúan fabricando leche durante la noche. Al día siguiente los dos pechos o el contrario al último del que tomó, están un poco hinchados y en alguna ocasión llega a ser molesto.
Hubo una época en la que se creía que la leche de fórmula era mejor que la materna, la denominada generación del “bibe”. Yo crecí en ella y nunca he tenido ningún problema de desarrollo físico y neuro-conductal. Pero ahora la madre soy yo, en su momento elegí lactancia materna y la idea es seguir con ella. Bernat tiene mucha vida por delante, cuanto más tiempo retrasemos el momento de consumir alimentos llenitos de aditivos mejor.
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