Se acabó el verano! Cierto… Pero yo soy una amante de la playa todo el año, igual hasta más en esta época, dónde los paseos son más íntimos y el sonido del mar es más nítido… Hoy os voy a enseñar la Playa de Coroso, a la que le tengo un cariño especial por todo lo que nos regala año a año… Sol, paz, tranquilidad… y reuniones y confidencias con amigas… Para nosotros es un centro de reunión lejos del bullicio y la sociedad, un lugar dónde el tiempo se para, los problemas se alejan, y nos carga de energía positiva…
A pie de Playa tenéis el Camping de Coroso, del que ya os hablé en un post anterior. La zona es idílica para familias con niños, ya que tiene una arena fina, blanca y de un grano medio con un mar en calma sin apenas olas. La playa mide unos dos kilómetros de largo, por veintidós metros de ancho aproximadamente.
La playa de Coroso es sin duda la faborita de los Ribeirenses, y cuenta con acceso para sillas de ruedas, Pasarelas de madera, chiringuito a pie de playa, servicio de autobús y un restaurante pegado al Camping.
Además esta zona por su situación resguardada, cuenta con un micro clima que hace que puedas disfrutar de ella en días en los que en otras playas de alrededor no se puede estar, bien por nubes, por niebla, o por aire…
Para llegar hasta aquí: Por la carretera C-550 en dirección a Ribeira, al pasar el núcleo urbano de palmeira coger un desvío a mano izquierda hacia el camping de Coroso, y otro acceso es en la entrada al núcleo urbano coger un desvío a la izquierda señalizado.
Es tiempo de morriña… entrar en el Otoño siempre cuesta. Volver a ponernos las chaquetas, y desea con ansía que los buenos momentos que nos regaló el verano vuelvan… Coroso es una gran opción para rescatar esos momentitos, aunque solo sea para dar largos paseos, ver una puesta de sol, y mantener esa magia que solo ellas (tus amigas) consiguen crear…
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