¿Buscas el regalo perfecto para llevarle a un recién nacido y su mami? Aquí tienes la cesta de bienvenida perfecta.
Lo único que varía entre una cesta para un niño y una para una niña es, obviamente, el color de los detalles. A mí para la base me gusta blanco, y sobre eso puedes añadir el color que más te guste (sé que es lo de azul para niño y el rosa para niña es un topicazo, pero en este caso creo que se ajusta perfectamente).
Lo primero: una cesta bonita. Las venden muy monas en Zara Home, pero o son demasiado pequeñas o son demasiado profundas. Encontré el tamaño perfecto en Farmapolo, que tiene una sección de cestería con bastantes opciones y a muy buen precio. Compré una de madera blanca, que es un material que dura más que el mimbre, y con la tela también blanca.
Lo segundo: hacer una lista de cosas que la futura mamá no tenga, por muy simples que parezcan. Algunas ideas:
Detalles que nadie suele regalar: esponjita natural, thermómetro para el baño, limpia-biberones, saquito con olor para el cajón de la ropa…
Cositas que nunca están de más: chupetes y sujeta chupetes, baberos, mantita suave, dou dou, biberón, marco para fotos…
Y el detalle estrella: el libro de Tracy Hogg, con consejos acerca de cómo crear un buen hábito a la hora de dormir.
Disponlo todo en la cesta, colócalo lo más bonito que puedas, intentando que se vea todo.
Después tan sólo necesitas un rollo de celofán trasparente, celo y algo de maña: corta un pedazo de celofán suficientemente grande como para cubrir la cesta por completo, y colócala sobre la cesta. Dobla los extremos hacia abajo, asegurándote de que queda tapada toda la superficie y que no queda muy suelto. Une los extremos con celo (para mí la manera más fácil de hacerlo es poniendo la cesta sobre una mesa y sentándome en el suelo, para tener una buena visión desde abajo). ¡Voilá!
¡Ya tienes tu cesta de bienvenida al bebé!
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