Lo cierto es que los niños hacen lo que ven, y principalmente lo que NOS ven, hacer. El dicho "Lo que haces suena tan fuerte que lo que dices no se oye" creo que es especialmente certero en el caso de los niños: no podemos decirles NO FUMES mientras vamos con el cigarro en la boca o Coj.., no digas palabrotas. Es cierto que a veces cansa un poco el saberse todo el rato observado por nuestros hijos (de cualquier edad), pero por otro lado tiene la ventaja de que te fuerza a ser mejor, no perfecto pero sí consciente de que lo que haces marca a esas personitas que parece que ni se fijan en ti.
Todos los que tenemos hijos nos los hemos encontrado en alguna ocasión jugando a su aire y repitiendo frases o gestos nuestros que jamás pensábamos que habían grabado en sus mentes. La buena noticia es que no tenemos que ser santos ni caer en la histeria, pero sí tener en cuenta que somos un ejemplo. En mi caso, desde luego, las mayores lecciones que aprendí de mis padres no me llegaron a través de charlas magistrales, sino a través de mi análisis de cómo ellos se comportaban, de qué actitud tenían. Así recibí un master en generosidad, honradez, trabajo, cariño... que a poco que me haya calado ya me deja en muy buena situación.
En fin, todo esto me ha venido a la mente al ver este vídeo que creo que expresa todo esto fenomenalmente.
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