No podía dejar pasar el día del libro, aunque yo lo celebro todo el año… pero sé que muchos de vosotros lo utilizáis como la excusa perfecta para visitar librerías y adquirir alguno.
El libro que os traigo, es mi última lectura, en Gallego eso sí… no sé si está traducido al castellano o se tiene pensado hacer.
Esta es la segunda novela de Montse Fajardo, escritora y periodista de Vilagarcía. La primera fue “Matriarcas” una novela en la que hablaba de la vida de una mujer marcada por las vivencias de la guerra civil. Es curioso… porque ahora que leo esta segunda novela a mi me da por pensar que la propia autora, en cierto modo también está marcada, como tantos y tantos Gallegos que vivieron aquella época. Lo cierto, es que muchas de las cosas que leo en sus novelas, parecen relatos copiados de la memoria de mis abuelos, porque esas historias se repitieron una y mil veces en aquella horrible guerra, y marcó a toda una generación. Pero me estoy liando, y alejando de “Un Cesto de mazás”…
“Este libro habla de personas detenidas, fusiladas, asesinadas en cunetas, escondidas durante años en cuadras o en huecos de cocina, humilladas. Habla de hojas, batallones, depuración, cárcel, exilio. De víctimas evidentes, pero también de otras. De las madres que pasean de noche en busca de la “Santa Compaña” para ver una vez más a su hijo fusilado. De las que persiguen la muerte en las profundidades de un pozo para reencontrarse con él. De las niñas que miran por la ventana una escuela en la que no tienen cabida las hermanas de los rojos. De las obligaciones a bordar paños para recoger las lágrimas que aun les quedan por derramar. De las viudas que trasladan al difunto ellas solas. De los huérfanos que marcan con un palo de luz las tumbas sin nombre…” Memoria de las víctimas del 36.
Os tengo que confesar que no me gustan los libros que hablan de guerras, y menos de las reales. Conocí a esta escritora porque “Un cesto de mazás” se me echó a los brazos. Es uno de esos libros que te llaman por su portada entre otros y que al ver la forma de escribir de la autora me conquistó en un par de líneas. Le tenía cariño antes de llegar a casa, me pesaba el tiempo porque no encontraba el momento para abrirlo y empezar a leer. Después fue cuando me informé más sobre Montse Fajardo y su otra obra… y ojalá sean las dos primeras de muchas. Ojalá que también se traduzcan para que lleguen sus letras a mucha más gente, que aunque no viva en Galicia, estoy convencida de que la memoria no puede ser tan distinta… y por supuesto, sé con certeza que os conquistará como a mi.
Como os decía antes, escuché muchas historias por boca de mis abuelos sobre el rastro que dejó la guerra civil, y toda esa época tan dura que por suerte no me tocó vivir. Pero quién no conoce al abuelo, o al bisabuelo de algún conocido que luchó en esa guerra a la fuerza, o que fue arrastrado de su casa, o fusilados, o peores cosas aún… Un tío de mi padre se pasó tres meses escondido debajo de un puente para no ir a luchar. Tenía miedo, no quería ir. Y es solo una mota de polvo en un tema que tiene tantas y tantas astillas… Montse Fajardo sabe perfectamente como contarlo, como llegar al corazón del lector… Un libro que te marcará sin duda!
Espero que si aun no has salido a comprar ese ejemplar del día del libro, te acuerdes del consejo de esta humilde lectora… Y me contáis…
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