Me paso rapidito, rapidito, para contarte nuestra Visita al Museo del Jurásico de Asturias, o MUJA. Si en tu casa sois fan de los dinosaurios, teneis que visitarlo sí o sí.
Hace ya tiempo que fuimos, por San Juan del año pasado. Hicimos un viajecito por Asturias, patria querida.
Para quien no conozca mucho de mi vida, viví tres años allí, en Salas, pueblo que además aprovechamos para visitar y empaparme de recuerdos infantiles divertidos. Y sobre todo para compartirlos con los niños.
Estaba embarazadísima de mi pequeño cuchufleto que ya tiene casi 14 meses y es puro amor. Y como suele pasar en Asturias nos llovió. Asturias ye así.
Celorio-Colunga
De camino al alojamiento paramos en Celorio, donde también guardaba recuerdos de mis 20 años.
Allí trabajaba y vivía mi padre, después de separarse de mi madre. Mi hermana pequeña y yo, con el mayor de mis hijos, que en aquel entonces tendría alrededor del año, viajamos en autobús para verle.
Celorio tiene una playa increíble y salvaje con rocas en medio, llenas de vida, la playa de Borizu. Perfecta para pequeños exploradores.
Pasamos un rato buscando cangrejos, caracoles, lapas y anémonas. Luego el mar empezó a ponerse bravo, y nos fuimos a comer al restaurante donde en su día trabajó mi padre.
Como no, pedimos fabes. Es lo que hay que hacer si vas a Asturias embarazada: coger kilos de más y que te riña la matrona.
Pasamos varios días cerca de Colunga alojados en un apartamento rural, y desde allí hicimos una ruta hasta un puente romano y la ruta de las huellas de dinosaurios (para ir abriendo boca); por la noche fuimos a la feria de San Juan de un pueblo vecino y al día siguiente visitamos el MUJA.
MUJA
El MUJA ha sido el primer museo en el que cedemos ante la opción de apuntar a los niños a talleres y una visita por libre.
No sabíamos cómo iba a salir la jugada, pero fue genial. Hicieron huellas de dinosaurio sobre arcilla blanca y disfrutaron mucho de la visita guiada. Luego nos lo contaron todo.
Sobre todo un dato increíble que habían descubierto: que los pájaros son el animal más cercano a los dinosaurios que tenemos actualmente.
Muchos dinosaurios tenían plumas, véase los raptores, aunque las películas no los representan así porque se busca que den mucho miedo.
De hecho hay aves que repiten comportamientos de los dinosaurios, como las gallinas, que tragan pequeñas piedras que les sirven de ayuda para digerir mejor los alimentos.
Y con estos datos ya entendían que en el inicio de la película Jurassic World, salga ese pájaro tan simbólico, con las patas tan iguales a las garras de los dinosaurios.
Mientras ellos hacían su taller y la visita a su bola, nosotros hicimos la visita guiada de adultos, súper interesante.
Nos enteramos de que el T-Rex era un abusón, que no daba palo al agua el tío vaguete y se comía lo que otros cazaban, espantando a los cazadores. ¡Vaya morro!
También que algunos de los personajes que encontraron los primeros restos de dinosaurios se hicieron un caldito revitalizante con ellos. Tela marinera, y luego nosotros diciéndole a los niños que las cosas del suelo no se comen. ¿dónde estaba la mamá de estos señores?
Para los locos de los dinosaurios
Os dejo por aquí un par de recomendaciones de libros, uno más enciclopédico y otro para grandes artistas:
– Pequeña Historia de los dinosaurios. 5,95€ En Boolino. De Jose Luis Sanz, editorial Espasa. Contiene datos reales súper curiosos acerca de los dinosaurios. Entre otros un par de los que nos explicaron en el MUJA: relación dinosaurios-aves y caldito de huesos de dinosaurio.
– Plantillas Dinosaurios de Susaeta. 9,95€ en Boolino. Además de dar algunos datos generales sobre dinosaurios, contiene 5 plantillas para que dibujen sus dinosaurios y los coloreen a su gusto.
Y si queréis hacer alguna actividad con los peques en torno a la extinción de los dinosaurios en este post os doy un par de ideas: La extinción de los dinosaurios.
Oviedo-Gijón-Salas
El último día de viaje hicimos noche en Oviedo y desde allí realizamos una visita flash a mis tíos de Gijón y después pasamos el día en Salas visitando la Colegiata, la torre del inquisidor Arzobispo Valdés y rememorando mis tres años de infancia allí.
Aunque casi todo ha cambiado: el parque donde jugaba con mis hermanas ahora es nuevo, mi escuela es hoy la biblioteca, incluso algunas de las casas en las que habíamos vivido estaban pintadas distinto o restauradas.
El bar Abel que llevaron mis padres seguía igual, con un dibujo nuevo del Camino de Santiago, pero por lo demás igual.
De hecho fui al lavabo de hombres para ver si seguían ‘mexando’ (meando) con el mismo sistema. Era de esos wc que tienen dos huellas y un agujero para mear de pie.
Siempre me hizo mucha gracia imaginar si alguien se escurre y “mete la pata” en donde acaba de hacer pis o peor aún, donde acaba de hacer caca, porque el sistema no cambia para las aguas mayores, hay que equilibrar y atinar en el ‘furacu’ (agujero).
Menos mal que los niños no tenían ganas de ir al baño, ¡habría sido un show!
En fin. Poco a poco voy cogiendole el ritmillo al blog.
Como dicen en Cataluña ¡Anem fent!