El principal error de estas pacientes es creer que por haberse sentido con diferente ánimo y disposición en sendos embarazos, son malas madres o no se merecen el respeto y cariño de los suyos. He leído también como en ocasiones, algunas mujeres se callan este temor o sentimiento de culpabilidad, para no ser descubiertas por sus parejas, ya que temen que ésta también les recrimine algo.
Si habéis estado en una situación parecida, si pensáis que por haberos implicado física y emocionalmente con mayor intensidad en vuestro primer embarazo, es mala señal o un síntoma de despreocupación por vuestra parte, ¡dejáos de tonterías!
Los expertos coinciden en el grado de nerviosismo y ansiedad que genera el primer embarazo. Además de la expectación y la implicación de todas las personas del entorno de la mujer embarazada. Es decir, que es lo más normal del mundo que estéis más relajadas en el segundo. ¡Se trata de una felicidad más calmada que la primera, eso es todo!
¿Os sentís identificadas con estas mujeres? Aunque para vosotras nunca haya supuesto un trauma, ¿diríais que vivísteis mucho más el primero, que el segundo?