Pues parece que, una a una, ya se han ido acabando las excusas. Las de “ya actualizo el blog pasado mañana”, “ya iré a nadar dentro de unos días que ahora hace un frío que pela”. Y un largo etcétera de aplazamientos sin fin.
Así que sí, señores. Volvemos a la carga con nuestro calendario de publicación habitual y empezamos la semana con un diy sencillo #paranorompersemucholacabeza y que puede ser un buen complemento para nuestra cueva familiar. ¿Tienes cartulina? ¿Una troqueladora? ¿Un marco de Ikea?
Pues ya puedes hacer el cuadro handmade más fácil del mundo…
Lo primero que debemos hacer es troquelar nuestros círculos de cartulina de colores. En mi caso, después de probar con tres tonalidades, me decanté sólo por utilizar dos de ellas para que el resultado fuera algo más limpio.
Lo ideal hubiera sido pegar los circulitos de cartulina sobre un papel de mayor consistencia para evitar arrugas pero no tenía así que lo colocamos sobre un papel normal y más finito.
Para que quedaran correctamente alineados, simplemente trazáis con un lápiz la mitad del cuadro y de ahí tantas líneas rectas como queráis para no perder la disposición simétrica. Lo haremos a lápiz y lo borraremos al final del trabajo.
Existen infinidad de pegamentos en el mercado y entre todos los que tengo, el que mejor me ha ido es el de Imedio Cola Lápiz porque es lavable, deja poco residuo y es transparente.
Desde luego no es una obra de arte pero a mí me gusta el resultado de mi cuadro handmade …
Además, el sitio elegido me encanta porque el cuadro descansa sobre la consola que tanto os gustó y a la que le di un toque más personal gracias a las ya archiconocidas Chalk Paint.
Este ha sido el primer DIY de Mr. Columpio y no ha salido nada mal ¿no creéis?
¡Feliz semana!
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