El pequeño tipo 2

Conocer a nuestros hijos, sus necesidades, y la mejor manera de relacionarnos con ellos, no siempre es fácil.

El Eneagrama nos aporta un conocimiento bastante preciso de lo que ocurre también en el interior de los niños, aunque al no haberse desarrollado por completo su personalidad actúa en forma de tendencias, que en algunos casos, son ya claramente visibles a partir de los 3 o 4 años.

Vamos a conocer hoy al niño 2 y como interactúa nuestro propio eneatipo con el suyo.

El mini servicial

El niño 2 desarrolla, casi con total seguridad, una infancia edípica, donde desea ser con todas sus fuerzas, el “elegido” por su progenitor. Van creciendo con la creencia de que son especiales, que tienen algo que los demás no tienen y que además, allí están ellos para ofrecerlo.

Interpreta que la forma de recibir amor pasa por dedicarse a los demás, y desde muy pequeño se pondrá a ello con fervor.

Es un niño, y será un adulto, para el que el amor es la necesidad básica de su vida, por lo que enseguida aprenderá a detectar las necesidades de los demás para satisfacerlas y de ese modo sentirse querido.

Utiliza muy a menudo la seducción y la adulación., siendo muy sensible al contacto físico y dando y demandando muestras continuas de ello: abrazos, besos, sonrisas…

Muy hablador y necesitado de relaciones sociales no le gusta la soledad, por lo que tiene muchos amigos, aunque será dado a elegir uno como mejor amigo.

En clase intentará seducir a sus profesores para ser el preferido, e intentará hacerse el líder de su clase mediante la seducción. Al ser tan habladores es posible que pierdan de vista la parte académica por estar tan volcados en la parte relacional.

Aunque su generosidad es genuina, necesita obtener el reconocimiento por ella y, obtener a cambio, aprobación y ciertas ventajas.

Lo que le mueve:

El niño 2 necesita sentir que no va a ser abandonado por lo que busca continuamente hacerse indispensable para el otro, de tal forma que no pueda, bajo ningún concepto, ser reemplazado.

Lo que detesta:

Sentirse solo, que no se le reconozca lo que hace por los demás (aunque cuando se lo agradezcas ponga una vocecilla seductora y le quite importancia…. es puro teatro), que no le den mimos, no poder comunicarse, que le riñan en público, no ser el centro de atención….

Lo que teme:

Ansiedad por separación, miedo al rechazo sobre todo a que rechaces su ayuda o sus ofrecimientos, ya que es su forma de pedirte amor, por lo que si no la aceptas interpreta que no sabe ganarse tu amor.

Teme los gritos, las humillaciones públicas, que le corrijan…

Lo que le tranquiliza:

Que le valoren, especialmente las personas más cercanas.

Tener una larga lista de contactos con los que poder relacionarse

Sus puntos fuertes: 

Muy empático, con gran capacidad para detectar las necesidades ajenas.

Le encanta ser cariñoso y dulce por lo que la convivencia es fácil con él.

Tiene espíritu de sacrificio y de ayuda (que debe aprender a darlo sin actitud mercantilista)

Dotes de comunicación y gran sentido del humor, grandes habilidades para el teatro.

Sus puntos débiles: 

Necesita demasiada aprobación y atención y tiene problemas para decir que no, sobre todo a personas externas al núcleo familiar.

Desde pequeño aprende a utilizar la manipulación y el chantaje emocional y se muestra airado ante la ingratitud de los demás.

Como ayudarle:

Es fundamental que aprenda a pensar en sí mismo de manera abierta y no como un deseo inconsciente, y a saber que es digno de amor por el simple hecho de existir

Debe aprender también a decir no y a no esperar siempre un reconocimiento por sus acciones, por lo que es importante demostrarle amor cuando está haciendo algo para sí mismo.

Es el tipo menos intelectual del eneagrama por lo que es bueno fomentar en él, el gusto por la lectura y por actividades en las que disfrute con su propia compañía.

Debes ser cuidadoso también en no inflar su narcisismo y en enseñarle a tener su propia autonomía y a respetar la de los demás.

Si tienes un hijo 2 y tú eres…..:

 Progenitor 1:

El niño 2 se va a dejar la vida intentando conseguir tu aprobación, eres todo un modelo de virtudes y tu hijo va a seguirte ciegamente, pero necesitas ser menos rígido y mostrarle más tus sentimientos.

Ya sabemos que nunca nadie (tú el primero) es lo suficientemente perfecto para ti, pero recuerda que cada vez que le exiges mayor perfección a un hijo 2, este interpreta que aun no es digno de tu amor y alimentarás su necesidad de buscar aprobación en la actuación para los otros.

Por otro lado si hay alguien que consiga ablandarte es un hijo 2, así que aprovecha y conecta más con tu lado emocional.

Progenitor tipo 2:

Los puntos fuertes de vuestra relación son la comunicación y la emocionalidad, os vais a entender perfectamente y vais a daros el cariño y la comprensión que necesitáis. El problema está en que ninguno respetáis los límites del otro, algo que os desespera.

A ninguno de los dos os gusta que os digan cómo tenéis que vivir vuestra vida, así que dejar ese espacio como algo sagrado.

Los dos debéis aprender a recibir y no solo a dar. Una actividad que podéis compartir es ir juntos a recibir un masaje, o clases, o algo que implique sólo recibir sin dar nada a cambio.

Progenitor tipo 3:

Compartís sociabilidad, actividad, alegría y el gusto por rodearos de personas exitosas, así como la necesidad de ser el centro de atención.

Pero mientras que tu hijo va buscando que le quieran y establecer un contacto de mayor intimidad y emocionalidad, tú estás enfocado en la practicidad de las relaciones.

Tu hijo necesita mayor afectividad por tu parte, y sentir que es más importante para ti que tus compromisos sociales y laborales.

Progenitor tipo 4:

Mientras el niño es pequeño os vais a sentir juntos muy a gusto, compartís emocionalidad por todos los poros y ambos podéis ser muy empáticos.

Esto puede hacer que creéis una relación de dependencia, que, traerá problemas en la adolescencia, cuando el niño quiera explorar nuevos caminos y tú te sientas abandonado.

Por otro lado tu hijo es claramente optimista mientras que tú a menudo te hundes en el lado más dramático de la vida, desconectando de todos y excesivamente de tu ombligo….

Que por cierto es un buen recordatorio de la unión que tienes con tu hijo, no lo dejes de lado en tus momentos bajos.

Progenitor tipo 5:

Es mucho lo que os separa y a la vez es mucho lo que podéis hacer el uno por el otro. Tu hijo necesita tu presencia y tus muestras de amor ( y tú necesitas aprender a estar presente y a conectar con el contacto físico y la emocionalidad)

Tu carácter es altamente intelectual y tu hijo es el menos intelectual del eneagrama, pero a cambio de tu compañía, tu mirada y tus abrazos, se dejará conducir por ti a un museo, una biblioteca, un teatro…

Os toca negociar tiempos y espacios y ambos podéis enriqueceros muchísimo con vuestra diversidad.

Progenitor tipo 6:

Tu hijo confía ciegamente en ti y está encantado con tu sentido de pertenencia a la familia por lo que la relación entre ambos es bastante idílica.

Ambos tenéis el punto de vista en el exterior, tú para saber si existen peligros, si las personas son confiables y seguras, y él para ayudar, y detectar las necesidades emocionales de los demás.

Los problemas van a surgir cuando empiece a independizarse de ti y abra su abanico relacional, sobre todo si sus nuevas relaciones se alejan de tus valores.

Te encantan los límites y él no los acepta así que al crecer pueden surgir problemas de horarios…

Progenitor tipo 7:

Ambos sois optimistas, abiertos y con muchas ganas de salir de casa.

Algo que os puede traer problemas, aunque no sean visibles, es que tú eres absolutamente independiente mientras que él busca relaciones de dependencia, te vas a sentir agobiado en más de una ocasión y tu tendencia será huir (física o mentalmente) de él, algo que interpretará como una humillación y una falta de amor por tu parte.

Ambos tenéis problemas de hábitos, límites y de aceptar las cosas desagradables, así que es fundamental que tú como adulto (aunque no te guste ese papel) impongas determinados límites y hábitos. Será bueno para ambos.

Progenitor 8:

El pequeño 2 está encantado contigo y tú con él, es sumiso y a la par disfruta mucho de tu compañía y de las actividades que hacéis juntos.

Se siente absolutamente seguro a tu lado, tanto que habrá momentos que desees que sea algo más independiente.

Es probable que te desquicie que ponga tanto esfuerzo en complacer a personas externas al “clan” y que conforme vaya creciendo y separándose te pongas celoso.

Estáis unidos por una flecha en el eneagrama, lo que quiere decir, que ambos debéis aprender algo del otro. Tú a conectar más con el lado emocional y tu propia vulnerabilidad, y él a NO EXPLOTAR, de forma virulenta, cuando siente ingratitud por sus servicios.

Progenitor 9:

Ambos os sentís amados y fusionados mientras el niño es pequeño, pero en cuanto empiece a crecer, y dado que es experto en reconocer las necesidades del otro, utilizará sus artes para ir ganándote terreno e intentar imponer sus propias normas en la casa.

Los dos sufrís olvido de vuestras propias necesidades y tenéis serios problemas para decir que no, tendrás que trabajar en ti mismo ese patrón si no quieres que en el futuro tu hijo sea totalmente dependiente en sus relaciones.

Tu hijo enseguida aprende el dudoso arte de la manipulación y tú tienes una tendencia pasivo-agresiva al victimismo, si no rompes con eso, os veréis a menudo envueltos en relación víctima, verdugo desde la adolescencia.

Fuente: este post proviene de Pharo de Logos, donde puedes consultar el contenido original.
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