El pequeño tipo 4

¿Quién no ha deseado un mapa de instrucciones para entender a sus hijos? Si tienes un hijo 4 sin duda alguna, si yo os contara… lo vais a necesitar.

El Eneagrama nos aporta un conocimiento bastante preciso de lo que ocurre en el interior de los niños, aunque al no haberse desarrollado por completo su personalidad actúa en forma de tendencias, que en algunos casos, son ya claramente visibles a partir de los 3 o 4 años.

Vamos a conocer hoy al niño 4 y como interactúa nuestro propio eneatipo con el suyo.

El mini individualista

El niño 4, se siente abandonado, relegado, manifiesta desde muy pequeño un sentimiento de carencia, de celos frente a otra persona, que sí tiene lo que el pequeño 4 necesita.
La envidia se origina en la frustración de las necesidades tempranas del niño y el sufrimiento crónico, es un residuo del dolor del pasado.

Hago un inciso, como madre de un pequeño 4, que es válido para cualquier madre o padre de cualquier eneatipo.

La percepción de nuestros pequeños no tiene porqué corresponderse con la realidad vivida, y en la mayoría de los casos así es. Lo que para un niño es un abandono, para otro es la independencia que le hace falta.

El eneatipo viene de serie y durante la infancia se activará ante determinados sucesos. Si tu hijo es 4 has podido no despegarte de él en 18 meses y salir un día sin él…en ese momento “se activa” el sentimiento de abandono, se pone en marcha la maquinaria, el eneatipo despega…

El niño 4 es muy sensible, muy intenso, muy lunar con altibajos emocionales muy potentes que evidentemente no sabe gestionar.

Enseguida se hace consciente de que es un niño diferente, algo que le sirve para cristalizar la baja autoestima que también trae de serie.

Tiende a aislarse y a suspirar por todo lo que no tiene y los demás sí y pasa por alto la situación contraria, con un mundo interno riquísimo, una percepción muy acertada de las emociones humanas y la mayor creatividad y sentido artístico de todo el eneagrama, el niño 4 en su aislamiento puede desarrollar cualquier tipo de arte como una catarsis de sus tormentas internas.

Aunque empatiza de maravilla con cualquier persona y siempre está dispuesto a relacionarse de forma muy íntima, su lado trágico, su sensación de falta de merecimiento y su miedo al abandono, hacen que le resulte complicado mantener las relaciones.

No cuida de sus amigos porque piensa que es él quien necesita ser cuidado, está demasiado inmerso en sus mareas como para ser proactivo en el mantenimiento de las amistades, que habitualmente se cansan de tanta intensidad y de tener que ir detrás de ellos…lo que alimenta su sensación de soledad.

Las mascotas son para ellos grandes ayudas, establecen un vínculo muy fuerte con los animales y sufren su pérdida con mucha intensidad.

Pueden tener problemas de socialización en la escuela, donde sienten más que en otro lugar, al estar rodeados de pares, lo diferentes que son. Al pertenecer a la triada de las relaciones esto puede conducirles al fracaso escolar, y a una vez más, a disminuir su precario autoconcepto.

No llevan bien el trabajo en equipo ya que les cuesta encontrar su lugar, y prefieren el trabajo conjunto con el profesor, aunque dependerá mucho del tipo de profesor que les toque, si este sabe reconocer su sensibilidad el niño 4 reaccionará muy positivamente.

Lo que le mueve:

Al niño 4 le mueven las emociones, el mundo interior, la conexión profunda con las personas, llegar al fondo de las cuestiones…

Lo que detesta:

Lo ordinario, las normas sociales, la realidad, que le comparen con otros, que no le escuchen, los gritos…

Lo que teme:

No ser “salvado”, amado en su originalidad, no encontrar su sitio.

Que le evalúen y se den cuenta” de lo poco que vale”

Lo que le tranquiliza:

La PRESENCIA ( el 4 detecta perfectamente cuando no estás realmente presente aunque estés a su lado) de los que ama.

Los piropos hacia todo aquello que le hace diferente, su arte, su vestimenta, sus acciones.

Sentirse escuchado y comprendido

Saberse especial para alguien, y que se lo digan continuamente

Sus puntos fuertes: 

La comprensión de la naturaleza profunda de los sentimientos.

La sublimación artística

Captar la belleza.

Capacidad para defender sus opiniones, gustos, y acciones por encima de la mentalidad grupal.

Sus puntos débiles: 

Creer siempre que los demás tienen lo que el carece

Tendencia a arruinar una situación maravillosa por un acontecimiento negativo por pequeño que sea

Susceptibilidad aguda

Muy demandantes mientras muestran un aire de autosuficiencia

Amantes del drama

Poco adaptable e intolerante a la frustración

Como ayudarle:

Necesita aprender a adoptar ciertas rutinas y normas sociales, esforzarse aun cuando no le interese.

Fomentar la sociabilidad buscando un grupo en el que se sienta cómodo, por ejemplo practicando teatro, música…siempre que sean grupales.

Animarle a escribir sus sentimientos.

Enseñadle con mucho tacto a relativizar los dramas, a vivir el presente y a amarse incondicionalmente.

Si tienes un hijo 4 y tú eres…..:

 Progenitor 1:

Su agitada vida emocional, su manera particular de hacer las cosas y su tendencia a salirse de lo establecido, a menudo te resultará incomprensible e inaceptable.

Tratarás de establecer la disciplina y el orden que son “lo correcto” pero deberás suavizar tus formas si quieres que tenga alguna repercusión positiva en tu hijo.

Puede leer en ti (y en cualquiera) como un libro abierto, así que será perfectamente consciente de tus contradicciones internas a las que te confrontará sin cesar.

Os une flecha, lo que quiere decir que tú mejor que nadie deberías poder entender la herida de su drama porque es allí a donde vas cuando estás en tus peores momentos, pero también, que tú conoces el camino de regreso.

Si aprendes a empatizar con tu hijo podrás enseñarle el placer de ponerse en movimiento y realizar las cosas bien (SUS cosas, SU camino…que ES PERFECTO)

Progenitor tipo 2:

En los primeros años la compenetración será total, ambos sois muy cariñosos, el niño 4 necesita mucho amor y necesidad y amor son tus dos palabras favoritas…

Aún en el caso de que existan otros hermanos, es muy posible que el vínculo entre vosotros 2 sea el más potente, ya que sentirás que es el que más necesita de tu amor.

El problema puede surgir si tú estás demasiado ocupado en atender a cualquier ser desvalido que te encuentres en el camino, y apartes por un segundo la mirada de tu hijo , que se sentirá abandonado.

Ambos sois de establecer relaciones de dependencia y de salvador-víctima, por lo que en la adolescencia (incluso antes) cuando tu hijo necesite explorar su mundo interior y atender en exclusiva a sus necesidades la furia se apoderará de ti, con ese sentimiento que tan bien conoces de ingratitud.

La flecha que os une debe servirte para aprender de él a mirar por tus propias necesidades a la vez que te hace de espejo para entender que el victimismo y la espera de gratitud por tu ayuda “desinteresada” puede resultar insoportable.

Progenitor tipo 3:

Ocupaís lugares contiguos en el Eneagrama, lo que significa que pesa a las diferencias que existen entre vosotros, que son muchas, tenéis la energía del otro muy disponible, es decir, podéis, con un poco de esfuerzo, compartir un espacio común, posiblemente en la realización de una actividad conjunta, que no sea COMPETITIVA.

Tu hijo 4 necesita tu atención y tu tiempo, casi nada para un 3…tiene una energía lunar mientras que la tuya es solar, le gusta la intimidad y la profundidad y tu huyes despavorido ante ellas….

No es una relación fácil, pero si has sabido demostrarle tu presencia en sus primeros años, si habéis logrado un vínculo profundo, cuando sea adulto y se “pierda” en sus creaciones, puedas servirle de guía para que obtenga beneficios prácticos de ellas.

Evita en lo posible alimentar su narcisismo, porque mientras que en tu caso, esa actitud de “crack” te conlleva triunfos sociales, en el 4 produce aislamiento y snobismo.

Progenitor tipo 4:

El drama, la profundidad, la emocionalidad, la belleza, el arte… es el microcosmos en el que disfrutáis de vuestra relación. Os entendéis perfectamente pero a la vez os retroalimentáis en la negatividad y en la visión pesimista de la vida.

En este eneatipo es importante el subtipo al que pertenezcáis, ya que si solo uno de vosotros pertenece al social ( el que simplemente sufre) puede verse agredido por el otro que si es Conservación le exigirá una fortaleza que el Social no conoce, y si es Sexual volcará una agresividad que el social recibirá aumentando su vena masoquista.

Necesitáis alguien alegre y liviano en vuestras vidas, pero ¡¡¡¡tened compasión de él!!!!

Progenitor tipo 5:

Estáis contiguos en el círculo y lo que os une es vuestro deseo de mantener a salvo vuestro propio mundo, por lo que seréis respetuosos el uno con el otro respecto a vuestros espacios físicos.

Sin embargo mientras tú mantienes ese desapego en el campo emocional, tu hijo está absolutamente apegado a él, de hecho es su guía mientras la tuya es la razón.

Deja de racionalizar su comportamiento y de enclaustrarte para no verlo, porque tu hijo que necesita que le veas y le comprendas, AUNQUE NO LO ENTIENDAS (gran aprendizaje para ti, por otra parte)

En los museos tenéis un filón porque ambos vais a encontrar en él algo que os resuena mucho, por su parte arte y belleza, por la tuya conocimiento… Aprendizaje para ambos:

Para que el conocimiento se transforme en SABIDURÍA es preciso ponerle corazón.

Progenitor tipo 6:

Tu sentido de pertenencia y de sacrificio y responsabilidad por los tuyos es algo que el niño 4 aprecia muchísimo y que le aporta la seguridad de sentirse amado.

Una fuente de conflictos es tu sentido normativo de la vida y la racionalización con la que pretendes imponerlo, el 4 tiene su propio camino y no le vas a convencer de lo contrario por bien expuestos que estén tus argumentos.

Ten cuidado a la hora de emitir “sentencias” porque su autoestima es muy frágil y su autoconcepto negativo se nutre de la crítica.

Aprovecha cuando aun sea pequeño para ayudarle a cultivar valores grupales, pero respetando en todo momento sus propias necesidades.

En su adolescencia va a profundizar en su individualidad, no lo vivencies como una deslealtad y dale su espacio, es la mejor manera de conservar el vínculo.

Progenitor tipo 7:

Relación de “máster”…doy fe. Puede ser absolutamente enriquecedora para ambos o un auténtico infierno (algo que a ti te aterra pero dónde él se mueve como pez en el agua, así que tú verás)

Las palabras profundidad, sufrimiento, encierro… son para ti disparadores para salir corriendo, mientras que son para él su forma de vida.

NO PUEDES HUIR DE TU HIJO, así de simple, cuanto antes lo aceptes mejor… así que apelo a tu pragmatismo para que encuentres la mejor solución, que pasa por hacer un parón en tu ajetreada vida, mirar a tu hijo en la profundidad de sus ojos y aprender de él a amar, a amar de verdad.

Ambos sois muy creativos y ahí es donde os podéis encontrar, aprended jugando o creando, tú a llegar a la profundidad de las cosas, él a hacerlas con alegría, pero no enfurezcas cuando no lo consigas.

Recuerda que cuando está mal y te reclama NO BUSCA TUS SOLUCIONES, solo TU PRESENCIA (también mental y energética).

Progenitor 8:

Caaaalmaaaaa. ¡No le grites!

Te exasperará lo que tú consideras debilidad y un exceso de vulnerabilidad, sus tiempos lentos, su orientación al pasado, y tratarás de “curtirle”. ¡Errorrr!!!

Tienes un estupendo maestro para aprender a aceptar tu propia vulnerabilidad y para respetar la de los demás.

No corras al colegio en plan matón cada vez que tu hijo vuelva a casa triste por algún acontecimiento, ni le exijas que “se defienda como un hombre” porque él no es así.

Busca sus propias fortalezas, que las tiene, y pónselas de manifiesto, en lugar de estar todo el día imponiéndole tus puntos de vista, porque puedes dañar aun más la baja autoestima que trae de serie.

Por otro lado su individualidad y su estar por encima de las normas sociales, es algo de lo que te sentirás muy orgulloso.

Progenitor 9:

Tu buenismo y tu “dejar hacer” es algo que tu hijo valora, pero os separa el conflicto.

Él vive siempre en conflicto con sus propias emociones, su estado de ánimo es altamente cambiante, algo que odias profundamente, y si de profundidad hablamos, te cuesta barbaridad entender lo profundo de sus sentimientos.

¡Olvida las frases hechas positivistas! A tu hijo le vas a parecer banal, frívolo… algo que desprecia en las personas.

Tienes ante ti un gran maestro emocional, alguien a quien seguir en el camino de conectar con las propias emociones y necesidades, no lo desaproveches mirando hacia otro lado…

Con tu comportamiento pasivo-agresivo vas a alejarle, y si entras en el rol de víctima más, ya que para él es impensable que puedas sentirte víctima desde la superficie de tu mar en calma cuando él habita en el mismo centro de un tsunami.

Si logras profundizar, desde ahí, y solo desde ahí, puedes aportarle una visión más positiva de la vida.

Fuente: este post proviene de Pharo de Logos, donde puedes consultar el contenido original.
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