El pequeño tipo 5

Entender a fondo las personalidades de nuestros hijos nos aporta la serenidad necesaria para construir relaciones más sólidas y sanas.

El Eneagrama es una excelente herramienta para conocernos, conocer a nuestros hijos y encontrar el camino del entendimiento y el amor, extrayendo de nuestra relación los aprendizajes que ambas partes necesitan y pueden ofrecerse mutuamente.

Vamos a conocer hoy al niño 5 y como interactúa nuestro propio eneatipo con el suyo.

El mini observador

El niño 5, al igual que su vecino 4, se siente abandonado, siente que sus necesidades son frustradas, bien por desatención, bien por intromisión…

Para él hay una ausencia de atención (lo que puede venirle incluso de la estancia en incubadora), que le lleva a construir una imagen de poca importancia, acompañada de un físico, a menudo, poco enérgico.

Se vuelven hacia el interior resignándose a pensar que vincularse con los sentimientos es menos útil que vincularse con el pensamiento.


Son tremendamente observadores y les encanta conocer el mecanismo de las cosas, bastante más que conectar con las personas que le rodean.

Tienen pocas relaciones pero siempre tienen un mejor amigo con el que charlar

No son dados al contacto físico por lo que permitidle expresar su amor, de la forma que necesite, es la mejor manera de que esta actitud no degenere en algún tipo de fobia.

Si ya le cuesta entrar en contacto con sus emociones, obligarle a asociar contacto físico excesivo, con amor, no va ayudar a su salud emocional.

Es un niño independiente y autosuficiente que necesita sus espacios y sus tiempos, lo que no significa que no necesite TODAVÍA MÁS un esfuerzo por tu parte para encontrar un tiempo y un espacio en el que puedas demostrarle QUE SI IMPORTA, QUE SU OPINIÓN Y SU PRESENCIA. SÍ SON IMPORTANTES PARA TI.

Le encanta coleccionar cosas, sus tesoros….

En la escuela son curiosos y trabajadores, pero su cerebro es muy racional y no suelen mostrar signos de creatividad. No se sienten a gusto siendo el centro de atención y prefieren las actividades que no sean grupales, les va bien el trabajo en pareja.

Le sientan bien las excursiones donde puede observar y aprender cosas nuevas, y es muy recomendable, que hagan algún tipo de actividad física en grupos pequeños.

Lo que le mueve:

Al niño 5 le encanta pensar, deducir, necesita que respeten su independencia, su libertad y su privacidad.

Le encantan los libros y las personas adultas que tengan algo que enseñarle.

Para mantener su independencia y su aislamiento, desde muy pequeño aprende a auto abastecerse, a reducir sus necesidades para no pedir y con ello no estar obligado a dar.

Lo que detesta:

No le gustan los conflictos, menos aún los dramas emocionales donde la razón brilla por su ausencia.

No le gustan los cambios de hábitat, ni en casa ni en el colegio, ya que debe volver a aprender el “funcionamiento” del nuevo sistema, tiene que volver a encontrar su sitio, volver a construir el nido…

Lo que teme:

Ser invadido, controlado o expuesto

A confiar en alguien y que le falle

Al abandono

A las emociones

Lo que le tranquiliza:

Necesita sentirse respetado, escuchado, que hacéis el esfuerzo de entenderle.

Que le deis las explicaciones que os pida, para él es importantísimo saber qué está ocurriendo y por qué

Sus puntos fuertes: 

La paciencia, la racionalidad, la tenacidad, la curiosidad, el centramiento.

La honestidad, la lealtad, la objetividad.

Sentido del humor.

Sus puntos débiles: 

Las relaciones sociales

Falta de habilidades sociales y emocionales

Frialdad

Como ayudarle:

Necesita aprender a conectar con su cuerpo y con sus emociones pero respetando su deseo de no ser el centro de atención, así que el teatro no es la mejor idea.

Las excursiones le van genial, y la naturaleza es un buen lugar para hacer trabajos emocionales grupales, así que puedes preparar alguna excursión con algunas personas más, que sean de su confianza, y hacer dinámicas de inteligencia emocional.

Si se sabe comprendido estará más que dispuesto a que le enseñéis a entender, y comprender, que otras personas necesitan de él algo más de reciprocidad, pero si intentáis que lo aprenda mediante el chantaje emocional conseguiréis el resultado contrario.

Si tienes un hijo 5 y tú eres…..:

 Progenitor 1:

Os parecéis mucho y entre vosotros es difícil que haya conflictos mientras el niño aún sea pequeño y tengas cosas que enseñarle.

Tu pequeño es ordenado, trabajador y no da problemas así que tú estás encantado.

Ambos controláis en exceso las emociones por lo que vuestra relación puede ser tan fría como sólida.

Algo que te incomoda mucho de tu hijo, es su falta de tacto que, a veces, resulta POLÍTICAMENTE IMPERFECTA, pero imponiéndote no vas a conseguir nada.

Por otro lado cuando aumente sus conocimientos y vuestros debates adquieran mayor profundidad, puedes tener problemas con tu habitual “Tengo razón”, porque a razón y conocimiento no vas a ganarle a un 5…

Progenitor tipo 2:

¿Dónde se ha visto un niño que no necesite a su progenitor/a? No das crédito…. Te ha salido un niño auto suficiente, callado, solitario, casero…. ¿y ahora qué?

La buena noticia, SÍ TE NECESITA, la mala, no como a ti te gustaría…

Él tiene fobia a quedar en deuda y tú a que no te deban… como siempre, el camino de en medio es la solución…

Tu hijo necesita que le ames SIN INVADIRLE, SIN FORZARLE, SIN DEMANDARLE…

Y nadie mejor que tú para enseñarle, CON MUCHA CALMA, lo gratificante del compartir, de amar y ser amado…

Progenitor tipo 3:

Sois muy distintos, por lo que es imprescindible que hagas un hueco en tu agenda, pongas la función UNA VEZ A LA SEMANA, si son 2 mejor, y realices con él algún tipo de actividad que os permita, y obligue,  pasar tiempo juntos.

Tu hijo te va a sorprender con su capacidad de análisis y seguro que el dedicaros un tiempo periódico, solo para vosotros (tu talón de Aquiles), consolida un vínculo emocional importantísimo.

Es importante que permitas que sea él el que escoja la actividad.

Progenitor tipo 4:

Estáis juntitos en el Eneagrama, pero lo que une es la necesidad de recluiros en soledad… esto no va a hacer que las diferencias, que son enormes, sean menos evidentes, pero al menos os permitirá daros un respiro mutuo.

Deja de intentar que tu hijo perciba el mundo de una forma tan dramática e intensa como tú, y escucha de vez en cuando lo que tiene que decir porque tienes a tu lado un pequeño sabio.

Por otro lado, no puede encontrar mejor maestro emocional que tú. Si aprendes a expresarte desde la lógica, tu hijo puede, como si de un libro te trataras, desentrañar, gracias a ti, el vasto universo de las emociones. Utilizar metáforas te ayudará.

Progenitor tipo 5:

Os parecéis tanto que no necesitáis ni hablaros, de hecho no necesitáis ni compartir espacio…. errorrrr.

Ambos valoráis la independencia que el otro le ofrece, pero no debes olvidar que tú y tu actitud van a ser sus modelos del amor. Trata de recordar cómo procesabas tú la falta de afecto y no repitas patrones, ya que tu hijo está esperando en su madriguera poder tener la certeza de que es amado.

Ambos amáis el conocimiento así que compartir ratos de aprendizaje, desde un documental juntos en el sofá, a visitas a museos, excursiones…

Progenitor tipo 6:

Ambos compartís la visión de un mundo poco confiable, pero mientras tú te defiendes de él formando parte, tu hijo se recluye, lo que por un lado te va muy bien para relajar tu ansiedad de que pueda pasarle algo, a la par que despierta tu miedo a que no sepa desenvolverse, de forma segura, en la vida adulta.

Respetale y no le compares con los otros, aunque en ocasiones pienses que seguir la norma es más seguro, no hay nada seguro en ser quien no se es.

Progenitor tipo 7:

No tienes problemas en respetar su espacio, todo lo contrario, das palmas!, pero ¡ay sus tiempos! Eso ya no lo llevas tan bien…. Tu hijo es lento ¿pero quién no lo es a tu lado?

Tendrás a menudo la sensación de que echa Tierra a tus sueños, ya que aunque ambos os movéis desde el pensamiento, tú estás siempre metido en planificaciones poco realistas y tu hijo es menos soñador y no dudará en hacerte saber, que tus planes son del todo irracionales.

Ambos sentís curiosidad, y tú que dominas la oratoria y tienes un procesamiento mental, puedes ayudar mucho a tu hijo a disfrutar más de la vida, pero para ello debe sentir que puede confiar en ti, algo que no siempre es posible dada la tendencia al cambio compulsivo, que te  acompaña.

La flecha que compartís es la de tu crecimiento, así que aprende de su tenacidad, de su foco, de su concreción…

Progenitor 8:

Macho alpha, debes entender que tu territorio acaba donde empieza el de tu hijo… no hay más…

Valoras su independencia y su autosuficiencia pero no llevas tan bien su tendencia a rebatirte cada vez que discrepa contigo.

Además no grita y mantiene la calma, algo que te descoloca totalmente pues el conflicto ruidoso es tu territorio.

Si consigues aceptar esto, tu influencia, y os une una flecha para demostrarlo, es de lo más valioso para tu hijo. De ti aprende el valor de ponerse en acción, de compartir…

Sabes demostrarle que puede confiar en ti y que vas a estar siempre, y eso es fundamental para él.

Progenitor 9:

Hacéis un buen tandem, él no espera de ti grandes acciones, solo tu presencia y eso es lo que mejor sabe ofrecer un 9.

Tu energía es similar a la suya y si alguna vez, en el ejercicio de tus responsabilidades, te muestras preocupado o invasivo, él te lo hará ver con un discurso ordenado que te tranquilizará y te devolverá a tu espacio como ambos deseáis, “sin olas”…

Acepta que tu hijo es menos físico que tú aunque eches de menos fundirte en un cálido abrazo…

Fuente: este post proviene de Pharo de Logos, donde puedes consultar el contenido original.
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