Érase una vez un piojo…

Érase una vez un piojo, con aires de grandeza que pretendía ufano y engreído crear una reino en mi cabeza.

En pleno siglo XXI, nos han invadido!!! Un horrible ejército nos ha ocupado y ha comenzado el asedio.
Aunque la incursión les ha durado poco!

Si, servidora & familia ha conocido la dura realidad piojil.

La historia ha comenzado por la mañana. 
Esta que soy yo comenzaba su semana laboral sentada organizando pedidos mientras una mano se me escapaba y correteaba por mi azotea, ozú! Qué picor. Inconvenientes de trabajar en una cocina es llevar gorro (Estiloso eso si, francés) y he asumido que el picorcillo era una manifestación violenta por parte de mi cuero cabelludo después de dos días en completa libertad sin ataduras gorriles, y así, rasca que te rasca hemos pasado el rato, cuando de pronto he sentido algo, y mis dedos raudos y veloces han cazado cierto bichito…
Esto qué coño es?
Lo he espachurrado cobarde y vilmente con las uñas, y alejando mi dedo de los ojos…(desventajas de tener hipermetropía, mi vista es mejor cuanto más lejos) he reconocido un cuerpecillo espachurrado, una cabecilla y unas patillas. Puajjjj!!!!! Qué asco!!!
Qué será esto? Una hormiga? Un mosquito? Un piojo???? Ágil y diligente con la imagen grabada en mi retina y el picor de cabeza en el alma he agarrado mi móvil(Patatoso y diminuto de primera generación, pero con internet, gracias a dios) y he googleado PIOJO, así con todas las letras a lo valiente!! He dado a imágenes y voila!!! Mi bicho espachurrado estaba ahí mismo, con sus patitas y su cabeza inmunda y ahí me he derrumbado señores! Mi heroicidad tiene un límite, y saber mi cabeza y mi cabellera invadida por semejantes bichos me ha hundido en la más oscura de las miserias.
Tras el susto inicial y el grito de socorro  he pedido a una compañera que buscase en mi ya hiperrascada cabeza, y allí estaba Santa Esther, ya con medio cielo ganado por aguantarme día tras día, año tras año, hotel tras hotel, (Algún día te tenía que dar las gracias, no?) seguro que acordándose de alguien de mi familia(o de diversas generaciones una tras otra…) Hurgando y negando haber visto nada. (A un paso y medio de distancia eso si)
No mucho mas tranquila he decidido echarle la culpa a la psicología de mis picores, pero la imagen del piojo en internet me perseguía.

Mi desazón no paraba y seguía acongojada por la idea, al llegar a casa he hurgado en la cabeza de mis hijos cual mona sentada en el árbol con monillo entre las piernas(Vamos, vamos, rememorad esas imágenes de vuestras infancias de los documentales de La 2) en busca de algún tipo de pista, y en la cabeza de mi princesa la he hallado! Mal hallado!!! Algo que me han parecido liendres o se parecían mucho a las imágenes de internet, ilustraban el nacimiento del pelo en la nuca y detrás de las orejas de mi princesa.
Qué mas evidencias necesita una mujer para reconocer la ocupación?
Para asumir la evidencia?

Sin pensarlo he acudido a consulta de amigas de confianza que me han recomendado el tratamiento adecuado. Bendito whatsapp!
Piojos!!! en mi casa! Ups mejor mantenerlo en el circulo mas íntimo!!

Porque vamos a ver, que pensará el mundo? Porque… los piojos son de guarros? Mire usted, nosotros muy limpios no somos pero tampoco es para tanto… O no? Porque los piojos no nacen por generación espontánea!!! De algún sitio los hemos pillado oiga! Nuestros no eran!

Por supuesto sin perder ni un segundo he hecho un master(Por la universidad de Wikipedia, filial de google, hermanada con Medline plus) Y me he empapado de toda la información que he conseguido descifrar en castellano y en mi ya maltrecho ingles, pero todo por mi cabellera mis hijos!!!

Lo que si garantizo es que los piojos no son de pobres, mecagoentoo!!! 30 euros un botecito de tratamiento!!! No señor, de pobres no es! Para tener piojos evidentemente hay que ser pudiente, porque mira que me han dolido los 30,20 euros que me han soplado!!! Y ahora sabiendo esto, no volveré a mirar por encima del hombro a nadie que los haya pasado, porque son símbolo inequívoco de evidencia económica!!!

En familia, porque hasta para esto lo somos, nos hemos empapado la cabeza del producto de farmacia desde ahora conocido como Matapiojos (Qué queréis publicidad a marcas gratis? Nanay! Si queréis el nombre os lo paso por mensaje privado  jejej)
Y en congregación hemos seguido en fila india hacia la ducha donde hemos ahogado a nuestros bichejos invasores ya mareados por el olor, porque el olor marea!
Os lo garantizo, si no han muerto por los productos químicos han huido por la peste! Señores mandamases de las empresas farmacéuticas… A ver si encontramos una cura inodora para los piojos! 
Para después rematar con la liendrera. Y eso si, doy fe, los piojos unen, o la liendera, según se mire, ese infernal peine, afilado y arañoso que rasca y marca el cuero cabelludo a la par que arranca aproximadamente el 40% de los pelos(No hay estudios oficiales), lo dicho, unen mucho, porque mamá ha despiojado a sus cachorros, y papá ha despiojado con paciencia y dedicación a mamá, y a papá? 
A papá los piojos le han respetado, y es que la falta de pelo es buena vacuna, aunque por si acaso le hemos pulverizado sin piedad también a el!

Ni uno hemos dejado oiga!! O eso espero!! Batalla y espero que guerra ganada, aunque no hemos salido  indemnes, no,  nos ha quedado un desagradable perfume en la cabeza a todos, de esos que te hacen arrugar la nariz, puaj!
Además nuestros pelos son ahora algo menos fashionistas, o más, según se mire, princesa lleva un peinado digno de cualquier indígena del amazonas, absolutamente cool y su madre, ay! Su madre! Aún no ha querido mirarse en el espejo, si total! Pelo mal cortado a los tres días igualado! No hay trasquilón que el tiempo no cure ni que una coleta no tape!

Esperemos que los piojos no vuelvan a importunarnos, porque ni mi cabeza ni mi bolsillo están preparados para otra visita!
Eso si nos abonamos a champús antipojos, colonias antipiojos, liendreras, esencias de árbol de té y todo aquello que sirva como barrera!

Porque júrolo yo, y al Dios de los piojos pongo por testigo, que nunca jamás mi cabeza volverá a sufrir picores piojiles!!! Antes pelada que invadida!!!