Las vacaciones son sinónimo de diversión, descanso y tiempo en familia, pero desde hace unos años a esta parte los psicólogos están detectando que cada vez un número mayor de personas sufren ansiedad y estrés en las vacaciones.
Uno de los principales síntomas es no querer abandonar el puesto de trabajo por miedo o por pereza. Las personas que lo sufren suelen ser muy perfeccionistas, les gusta su trabajo y evitan las vacaciones, por lo que las organizan tarde.
Son personas que aún en vacaciones se pasan el día contestando correos electrónicos y mensajes y tienen miedo a ausentarse de su trabajo ya que no confían en que nadie lo haga mejor que ellos.
En vacaciones es mejor dejar aparcado el móvil y solo mirarlo una o dos veces al día para lograr desconectar realmente.
Otro de los problemas que surge últimamente, y sobre todo en los chicos más jóvenes, es el tema de la adicción al móvil. Muchos de ellos ya están relacionándose solo con el móvil dejando aparte la convivencia y perdiendo las relaciones sociales.
Ya en algunos campamentos de verano lo primero que hacen es quitarle el móvil a los chavales para que puedan disfrutar y relacionarse con los demás sin el teléfono.
Algunas recomendaciones para poder desconectar realmente y descansar son:
Cogernos al menos 14 días seguidos (si podemos)
Hacer todos los días un mínimo de 15 minutos de gimnasia (andar rápido, nadar etc)
Quitarnos el reloj y dejarnos guiar por nuestro reloj biológico (comer, descansar y adaptar nuestras actividades a lo que nos vaya diciendo el cuerpo)
Conectar el teléfono móvil solo una o dos veces al día y solo contestar a los correos y llamadas importantes
No ingerir grandes cantidades de alcohol ni hacer comidas copiosas
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