Sobra decir que lo pasamos pipa y también aprendí mucho:
-Los niños no salen al vecino, salen a los padres y hay padres que ...deberían revisar el ejemplo que le dan a sus hijos. Estuve de guardaespaldas de los peques porque algunos grandes en vez de jugar o bailar querían pillarles los dedos a los peques con dos tablas de madera y les hacía gracia...
-Había dos tipos de personas, los que se divertían y los que se entretenían viendo cómo los demás se divertían, los primeros me contagian y lo pasé bomba con ellos, los segundos me causan mucha curiosidad.
-Los niños traen de serie las ganas de pasarlo bien y hay que procurar por todos los medios conservar esa tendencia natural.
-Había niños con autismo y una de ellas se acercó a mi, me tendió los brazos y me pidió mimos, en cuanto la abracé y me puse a jugar con ella las dos sonreíamos de una manera especial y disfrutamos jugando hasta el último minuto. Aprendí que hay niños especiales y maravillosos que no van a la escuela a aprender sino a enseñar.
-Que algunos padres pecamos por exceso y otros por defecto, está bien darles espacio pero también hay que estar cerca para divertirnos con ellos, a mi me tuvo el bebé león haciendo footing 4 horas, lo dejaba a su aire pero no lo perdía de vista porque lo conozco muy bien y con 2 años quiere escalar tapias, coger cocodrilos y tirarse en parapente, además de desenchufar los hinchables, cambiar la música del DJ y todo lo que pueda hacer mientras la mami no lo pille ;)
-Que los niños merecen todo el amor del mundo, ésto es algo que se desde niña pero me reafirmo y hay que recordarlo al mundo cada día y cada segundo.
¿Qué tal tu fiesta de fin de curso? ¿Qué es lo que más te ha gustado? ¿Y qué hasn aprendido?
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Fuente: este post proviene de Sarah Gibrán, donde puedes consultar el contenido original.
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