Hacía poco tiempo que Freeman había descubierto que estaba embarazada, y a pesar de su condición decidió proseguir con su viaje. Una vez en el avión, la joven comenzó a sentir algunos dolores, pero nunca se le ocurrió que podría estar en labor de parto.
Su historia comenzó a dramatizarse aún más cuando aterrizaron en Turquía y ella, extranjera y en labor, comenzó a buscar una alternativa para dar a luz a su bebé. Cual película de ciencia ficción, Tia buscó un cuarto de hotel y se sirvió de la mejor herramienta que tenía a su disposición: Internet.
Cuantas veces no nos hemos repetido que “no debes buscar síntomas, enfermedades o curas en internet”, mucho menos si eres hipocondriaca. Tia hizo todo lo contrario:
“De una manera totalmente Millenial, decidí buscar en Youtube qué hacer. Si no tenía a nadie para apoyarme, internet lo haría. Así que fui a mi habitación de hotel y me puse a aprender cómo dar a luz a mi propio bebé”
Advertencia: Que ella lo haya logrado no significa que tú también puedes hacerlo.
Así que recurrió a YouTube y, con ayuda de algunos videos, pudo llevar la cuenta de sus contracciones. Cuando llegó el momento, se metió en la tina con agua tibia previamente preparada y empujó. El siguiente paso fue aprender cómo cortar el cordón umbilical. Con otro video de YouTube, y un poco de ingenio, se las arregló con un par de agujetas y cortó el cordón.
Para suerte de Tia y su bebé, todo resultó mu fácil, lo que no significa que así sea siempre. Una vez que todo terminó, acudió nuevamente al aeropuerto para tomar su segundo vuelo. Ahí, el personal se dio cuenta de que había un integrante de más, sin ropa y muy pequeño. Después de hacer todas las pruebas y acudir a la embajada de Estado Unidos, la policía comprobó que la historia de Tia era cierta e impresionante.