Para hacerlo de forma casera, no usaremos muchos ingredientes. Para hacer la llamada pasta de sal, necesitaremos:
1 taza de sal fina.
1 taza de harina.
Media taza de agua tibia.
Su elaboración es muy sencilla:
En un bol, vertemos la harina y la sal, a continuación, mezclamos.
Poco a poco, vamos vertiendo el agua, sin parar de remover, hasta que obtengamos una mezcla pastosa, sin grumos, que se pueda coger con las manos sin que se pegue.
Una vez tengamos la mezcla, será necesario amasarla con la ayuda de un rodillo y extenderla para poder trabajar con ella. Debe tener un grosor de entre 2 y 3 centímetros para que tenga la consistencia necesaria.
Con la pasta de sal lista, presionamos la mano o el pie del bebé sobre la masa y, cuando se haya marcado la huella, recortaremos alrededor (dejando un poco de margen) con la forma deseada: podemos hacerlo en forma de rectángulo, estrella, círculo, cuadrado,…
Ya solo hará falta que se seque, para ello, podemos dejar la masa 3 ó 4 días a temperatura ambiente (recordando darle la vuelta de vez en cuando) o, si no queremos esperar tanto tiempo, podemos secar la masa en el horno (¡¡ojo!!, a muy baja temperatura y sin precalentar el horno para que la masa no sufra un cambio brusco de temperatura y se cuartee).
Trucos para tomar las huellas del bebé:
La mano y el pie del bebé han de estar muy limpios.
Si la masa queda muy seca, podemos añadir un poquito más de agua. Por el contrario, si el resultado es muy pegajoso, será necesario añadir un poco más de harina.
Se puede añadir unas gotas de colorante alimentario a la masa para dar color o bien, pintarla después de seca. Con esta segunda opción, además de decorarla estaremos cerrando los poros de la pasta y se conservará más tiempo.
Antes de secar la pasta, puedes escribir, con la ayuda de un objeto punzante (por ejemplo, un palillo), la fecha de nacimiento o el nombre del niño.
Si vamos a secar la masa en el horno, lo ideal es marcar la huella con la masa ya puesta en la bandeja del horno, así nos evitaremos tener que trasladarla y que se pueda romper.
Huellas del bebé, kits listos para usar
Si no os apetece hacer esta manualidad, en el mercado podemos encontrar kits listos para usar que no requieren el uso de horno.
Os dejo distintas opciones:
Por menos de 3 euros, podemos comprar la masa ya elaborada. Se puede adquirir en distintos colores (rosa, azul, azul oscuro, blanco, naranja, rojo y verde). Solo hemos de tener en cuenta que su tamaño es reducido: será perfecto para hacer la mano o el pie de nuestro hijo, pero no ambos.
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Por 9 euros, podemos adquirir un kit especial para colgar en la pared.
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Si queréis, además de las huellas, añadir a este bonito recuerdo un par de fotografías, también es posible comprar kits que vienen con marcos de madera y traen espacio para dos imágenes.
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Huellas del bebé, el recuerdo perfecto
Esta manualidad es perfecta para hacerla con niños pues, tanto si hacemos nosotros la pasta de sal como si la compramos, la masa no es tóxica.
En cualquier caso, tanto si optamos por un DIY como si compramos un kit, el resultado es un detalle precioso y un recuerdo inolvidable tanto para regalar como para autoregalarnos.
Buen día a tod@s!!
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