Claro, esto despierta la curiosidad de cualquiera. Y te preguntas ¿Cuál serían las tareas normales y cotidianas de un hombre nada normal?
Pues aquí van:
Calcular la medida de Milán y sus suburbios.
Encontrar, de camino a Cordusio, un libro sobre Milán y sus iglesias.
Descubrir la medida de Corte Veccio, el patio del palacio del duque.
Preguntar al maestro de aritmética cómo cuadrar un triángulo.
Conseguir que Brera Friar, en el Monasterio Benedictino de Milán, me muestre De Ponderibus, texto medieval sobre mecánica.
Examinar la ballesta del maestro Giannetto.
Encontrar un maestro en hidráulica para saber cómo reparar una esclusa, canal o molino a la manera lombarda.
Preguntar la medida del sol al maestro Giovanni Francese.
Bueno, espero que todo esto no lo tuviera que hacer en un solo día o si no voy a comenzar a sospechar que Leonardo tampoco era inmune a la “criptonita”
La opinión de Soficó. 12 años.
Leonardo Da Vinci no me gusta nada, porque a su lado todo el mundo parece tonto. Yo creo que si que era capaz de hacer toda la lista en un día. El tío era un máquina. Aunque para mí Superman es mejor y más guapo.
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