El territorio español lidera el mercado del aceite de oliva, pero también de las hortalizas y las frutas, y está muy bien situado en el de vinos y en carnes de porcino. El jamón ibérico de bellota, por ejemplo, es uno de los cuatro productos estrella, junto con la trufa, el foie y el caviar. Si además ese jamón proviene de una cría tradicional y artesanal, como la de la marca Encina Don Alberto, su valoración se dispara.
¿A qué se debe ese liderazgo?
Factores como la orografía, el suelo y el clima favorecen la diversidad de producciones agrícolas y ganaderas en el territorio español. Esto hace que se pueda disponer de casi todos los alimentos, excepto algunos productos tropicales. Las buenas condiciones climáticas de la costa nos convierten en el primer productor europeo de aguacate, mango y chirimoya. Tres frutas que tradicionalmente se asocian a países tropicales y que, sin embargo, se producen con excelente calidad en territorio nacional.
En el caso de las hortalizas de invierno, la producción española abastece en gran parte la demanda europea, en cuanto a los cítricos, son los mejor valorados del mundo. Además, las frutas de hueso son excelentes, de hecho, España es el primer productor de fresón a nivel europeo. Por otra parte, ha habido un incremento en la producción de otros frutos rojos, y qué duda cabe de que en este país se producen los mejores plátanos del mundo, con la ya más que certificada calidad del plátano canario.
El territorio nacional también es líder en la exportación de vino y de aceite de oliva, hay que decir que el aceite de producción española se está posicionando como el de de más calidad a nivel mundial. También se exporta gran cantidad de frutos secos, especialmente almendras y avellanas. Hay muy buenos productores de legumbres de calidad y, algo a tener muy en cuenta, España es líder europeo en la producción de alimentos ecológicos. Esto último un elemento a seguir de cerca porque la tendencia es hacia la agricultura ecológica y sostenible.
En cuanto a la producción animal, España es el cuarto productor mundial de carne de cerdo, un mercado que es cada vez más selecto, donde los magníficos jamones, especialmente de los ibéricos de bellota, alcanzan muy buen puesto en la clasificación. Aquí, una vez más, hay que añadir la tendencia cada vez más marcada a criar a los animales de manera tradicional y artesanal, con la mejora de calidad que eso conlleva, además del menor impacto medioambiental.
También tenemos muy buenos productores de quesos de leche de oveja y cabra; y en cuanto a los pescados y mariscos, estos últimos completan el prestigio de la gastronomía española. Pero si hay que destacar un factor importante de la calidad de los alimentos españoles, ese factor es la proximidad. A esto se le suma el buen uso de los productos estacionales, y una industria transformadora capaz de procesar los excedentes del consumo directo que da origen a un sector conservero de los más importantes del mundo.
Con todo esto, solo cabe decir que nuestro país tiene la capacidad no solo de autoabastecerse de frutas, verduras, legumbres y alimentos de origen animal, sino que su próximo reto es apostar por las formas de producción ecológicas y sostenibles, al tiempo que adapta su modelo energético a un modelo más respetuoso con el medio ambiente.
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