Al patio de vecinos cae de todo: calcetines, colillas (estas no se caen, las tiran), trozos de lechuga, bodys… y un largo etc. Pero lo que más me encuentro, con muchísima diferencia, son pinzas de la ropa. Al principio las tiraba, pero he decidido decorarlas y reutilizarlas. Incluso pueden alegrar la tarea de colgar la ropa. Pero estas primeras he decidido pegarles celos de colores y usarlas para colgar notas con las tareas que tengo que recordar.
Pero tendré que pensar más ideas, porque a mis vecinos… se les va la pinza.
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