No es la primera vez que hablamos de una colección de libros emblemática: El Barco de Vapor. Hoy volvemos a hacerlo porque los “señores” de SM, editorial responsable de estos libros, han tenido una idea genial. Tiene que ver con la educación, la escuela, las necesidades especiales y las capacidades diferentes. Hablamos de de libros inclusivos.
Y es que hoy en día, la comprensión lectora es uno de los principales retos en la escuela. No todos los niños son iguales. Muchos que se frustran al no poder acceder a los mismos contenidos que sus compañeros. Hablamos de niños con problemas de autismo, síndrome de Down, dislexia, síndrome de Asperger, trastorno de déficit de atención, inmigrantes que están aprendiendo español.
Por este motivo, SM, en su apuesta por una cultura accesible e inclusiva, lanza a través de su sello más emblemático, El Barco de Vapor, una colección única de Lectura Fácil para que puedan disfrutar de la lectura todos los niños en el aula.
Lectura Fácil
La colección de Lectura Fácil de El Barco de Vapor nace con cuatro títulos muy populares. Suelen estar entre los más vendidos y prescritos en los colegios: Pirata Plin y Pirata Plan, La lista de cumpleaños, El club de los raros y Siete reporteros y un periódico. Los libros cuentan con el sello de Inclusion Europe (Asociación Europea de Personas con Discapacidad Intelectual y sus Familias)- Esto garantiza que han sido adaptados de acuerdo a las pautas europeas y validados por potenciales lectores. El próximo año la colección se engrosará con cuatro libros más, dos adaptados y dos inéditos.
Esta serie de libros, dirigida a niños de entre 6 y 10 años, es la única en el mercado que permite que todos puedan leer el mismo libro en el aula (en sus dos versiones: usual y adaptada). Y de esta manera sientan que están compartiendo la misma historia y el mismo proceso de aprendizaje, fomentando así un entorno inclusivo.
Responde a una necesidad real y en aumento de los profesores y de las familias. Hay muchos padres que demandan materiales que se adapten al ritmo de aprendizaje de sus hijos.
Libros como herramienta de inclusión
Para Paloma Jover, responsable del proyecto Lectura Fácil en SM, “la lectura es mucho más que descifrar las letras de una historia; es poder comprenderla en el sentido más profundo de la palabra”. Con este propósito arranca Lectura Fácil, porque “la lectura es un placer que participa en la construcción del lector y es imprescindible que esté al alcance de todos los niños desde sus primeros contactos con la palabra escrita”, destaca.
“Un texto adaptado es la frontera entre poder disfrutar de la lectura o no para un conjunto de personas que ronda un tercio de la población”, afirma Oscar García Muñoz, coordinador de programas y adaptador de textos a lectura fácil de Plena Inclusión Madrid que define la lectura fácil como “una herramienta de inclusión en el aula y en la sociedad”.
Lenguaje directo e ilustraciones sencillas
En esta colección, la historia, el contenido y los valores de los libros permanecen; lo que cambia es la manera de presentar el texto: con tipografía más clara y un cuerpo de letra más grande y márgenes más amplios, así como con un formato mayor para que sea más manejable. Las ilustraciones también se han renovado, con colores sólidos para resaltar las figuras sobre el fondo; y el texto se ha adaptado para que sea más accesible, con un lenguaje más directo y sencillo para evitar ambigüedades, facilitando las estructuras sintácticas con frases cortas y un vocabulario más asequible.
María José Sanz, editora de la colección, explica que muchas veces la forma en que se escribe excluye a determinadas personas, por eso este proyecto facilita el acceso a la información a todos los niños. “Adaptar libros de Lectura Fácil es un trabajo apasionante. Lo que hemos hecho ha sido evitar saltos temporales que dificulten la comprensión, así como facilitar el encuentro con los personajes de los libros, presentándolos desde el principio”, cuenta. “Uno de los momentos más apasionantes ha sido descubrir que los niños entendían lo que leían, que les gustaba”, recuerda emocionada.
En este trabajo de adaptación también se han involucrado los propios autores (Anna Manso, Jordi Sierra i Fabra, Paloma Sánchez y Pilar Lozano) y los ilustradores, para que todos los niños puedan disfrutar de sus historias.
El objetivo principal del proceso de adaptación fue “lograr un texto igual de divertido, ágil y de calidad que el original, porque que vaya dirigido a lectores con necesidades específicas no significa que baje el estándar literario”, afirma Anna Manso, una de las autoras.