El otro día nuestra amiga bloguera Frikymamá publicó una entrada en la que nos animaba a contar nuestros imprescindibles a la hora de quitar el pañal que podéis ver aquí. Como no podía ser de otra manera porque me encantan las cosas que hace, arañando minutillos por aquí y por allá he conseguido llegar a tiempo para participar.
Además así aprovecho y os cuento cuáles han sido mis imprescindibles en el momento de quitar el pañal.
El tema del pañal en casa ha sido muy distinto de un niño a otro. El mayor no estaba preparado y se hizo el tema eterno y sin embargo el pequeño incluso teniendo menos edad que el mayor fue mucho más fácil.
Con el mayor se lo quité con dos años y medio aproximadamente pero lo hice porque empezaba el cole y no quedaba más remedio. Aunque sabía que no estaba preparado. En fin ese es tema para otra entrada, así que al lio.
Mis imprescindibles básicos a parte del váter para niños y un reductor, fueron docenas y docenas de calzoncillos, docenas y docenas de calcetines, fregona y lo mejor de todo, el catálogo de juguetes del Corte Inglés. Sí has leído bien no es ninguna errata. En casa no usamos ningún libro dedicado al tema.
Con el mayor cuando llegó el momento y me decidí, como era época casi de verano y no hacía frio lo tenía sólo en calzoncillos. El pobre mío no controlaba nada y a cada momento estaba con la fregona en mano. A veces eran unas gotitas y otras veces me encontraba un charquito porque él no me decía nada. Así que tocaba cambiarle calzoncillo, pantalón si lo tenía puesto y calcetines. Fue una época larga. Tardó bastante en controlarlo. Y ya no vamos a hablar de la caca porque al pobre es que le daba una cosa eso de hacer caca en el váter que era superior a él. De hecho todavía le cuesta.
Cuando salíamos de casa más de lo mismo tenía que llevar un montón de mudas y constantemente ir al baño a probar suerte. Ahora tiene 5 años y por ejemplo en el cole no va nunca si no le dicen que vaya. Tuve que hablar con la profesora y decirle que a media mañana le dijera que fuera porque salía con unas ganas de hacer pis increíbles y con dolor de tripa de aguantarse.
Con el segundo fue más fácil. Se lo quité justo el día que hizo los 2 años. Y no se lo quité antes porque me daba cosa, pero estaba de sobra preparado. También estuve fregona en mano un par de días, pero nada que ver. En seguida lo controló perfectamente tanto el pis como la caca. El único "problema" que tiene por decirlo así, es que no lleva bien el tema de hacer caca y se está volviendo un poco estreñido porque se aguanta cuando tiene ganas para no ir.
Yo como soy bastante peculiar, aunque la pediatra me comentó un libro que podía venirles bien, no seguí su consejo. Más que nada porque resulta que mis hijos era darles el catálogo navideño de juguetes del Corte Inglés y se quedaban en el váter el tiempo que hiciera falta encantados de la vida sin darse cuenta que estaban ahí sentados. Así que podía tenerlos el ratito suficiente para ver si había suerte y no lo llevaban mal. El tema de los cuentos no hubiera funcionado tan bien, estoy segura.
Como denominador común a los dos, lo que no faltaba tampoco era el tema del váter con musiquita. La verdad que fue un regalo porque yo no sé si lo hubiera comprado. Pero hizo su labor. El que usamos fue este;
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Para el váter de mayores usábamos un reductor, que de hecho seguimos usándolo e incluso lo echamos en el coche cuando vamos a algún sitio. Es mucho más cómodo para cuando tienen que estar un ratito. Sobretodo el pequeño que se tira un montón de tiempo sentado y si no lo tiene se cansa de sujetarse y al final no hace nada. Eso sí, como son niños aunque tienen una parte delante más alta para las fugas hay que colocarles bien para que no les salga el pis hacia arriba.
El que usamos es parecido a este:
Hasta aquí mis imprescindibles para quitar el pañal, ¿y los tuyos?
* Las fotos usadas para esta entrada son imágenes de google, no son mías. Si en algún momento consideras que no debería usarlas las quitaré de inmediato.