Objetos que acumulamos sin necesidad

Bolsas de plástico

Relojes

Gafas para ver de cerca

Navajas

Jabones de manos

Velas aromáticas

Jarrones

Etc., Etc.

 

BOLSAS

Hace ya más de un año era difícil encontrar bolsas de plástico en casa. Porque para cuidar el planeta empezaron a cobrárnolas y nos animaban así a llevar bolsas de tela o de plástico no desechables. Pero con la pandemia han resurgido las bolsas de plástico. Aunque ahora la mayoría son biodegradables.

Casi todos los clientes de orden que he tenido tenían muchas bolsas, también de tela y de papel.

Yo aconsejo quedarse sólo con unas cuantas y las demás aprovecharlas para recoger la basura. Así ahorramos en bolsas de basura y liberamos espacio en casa.





La mayoría de la gente joven ahora no usa reloj. Funciona con el teléfono móvil.

Pero para los que hemos nacido antes de que existieran los móviles, el reloj es algo imprescindible.

Yo creo que a no ser que seas coleccionista de relojes, con dos tienes más que de sobra.

Hace años fui a comprar una caja de cajitas para un regalo de amiga invisible. La quería para guardar sus abalorios. Tenía 12 cajitas. Cuando fui a pagar, la dependienta me dijo: Me encantan estas cajas. Yo tengo dos para los relojes. Eso suponía ¡¡¡24 relojes!!! Ante mi cara de asombro, que no pude disimular, me dijo: Es que me gustan mucho los relojes.

Yo le sonreí y le pagué con la misma cara de tonta. Luego pensé que me agobiaría mucho tener que elegir reloj cada mañana, además se la ropa.

 

Gafas para ver de cerca. Aquí me habéis pillado. Tengo cuatro. Unas en casa, otras en el trabajo, otras en el bolso y otras en el coche. Seguro que podría prescindir de alguna, por ejemplo la del coche porque siempre que voy en coche llevo el bolso conmigo.

Aunque estoy segura de que hay personas que tienen más. Pero no me voy a excusar.

 

TAPONES DE CORCHO 

En casi todas las casas por las que he pasado me he encontrado un cajón con varios tapones de corcho de las botellas de vino. Yo creo que con guardar dos tenemos más que de sobra, a no ser que vayamos a hacer algún tipo de manualidad y entonces su sitio no es un cajón de la cocina.

Normalmente cuando abrimos una botella de vino o se acaba en el día porque es un día de celebración familiar o como mucho dura unos días y nos basta con su propio tapón.

Hubo en año en que se llevaban mucho como decoración en jarrones de plástico. Yo ese año los guardé para la decoración de un evento. Pero al terminar los tiré.

Entre mis clientes me he encontrado con varios de estos puntillos, que es como yo llamo a la acumulación de ciertos objetos.

Por ejemplo, una chica tenía el puntillo de las velas aromáticas, y los jabones de manos. Y el de su marido eran las navajas. Cuando empezamos a ordenar su casa me dijo que tenía 10 navajas, porque le gustaban mucho, pero que no encontraba ninguna. Al finalizar el orden habíamos encontrado ocho. Le aconsejé que las pusiera en una caja con tapa de cristal para lucirlas y tenerlas localizadas.

Cuadernos: es otro de mis puntillos. Lo reconozco. Pero he hecho el firme propósito de no comprar ni uno más hasta que acabe todos los que tengo.



Podría seguir con la lista de cosas que acumulamos sin necesidad. Algunas no las pongo porque son de clientes concretos y no quiero herir sentimientos. Además detrás de muchas acumulaciones hay alguna herida emocional. Lo importante es darse cuenta y dejarse ayudar.

Otras acumulaciones son simplemente por no pararse a pensar y ordenar. 

Os animo a hacer el ejercicio de pensar si hay algún puntillo en vuestra vida y si hay algún miedo detrás que conviene sanar.