La despensa me parece uno de los lugares más difíciles de mantener en el orden, sobre todo si son muchas manos las que “intervienen”.
Las hay con botes para guardar la pasta, la harina, el azúcar, el café. Y etiquetadas con carteles muy bonitos. Me parecen preciosas, pero según en qué casos, poco prácticas. Porque tienes que estar vaciando y limpiando los botes para que no se quede lo más antiguo en el fondo del bote.
Me parece más práctico este modelo, aunque sea menos vistoso:
O mejor todavía éste porque me encantan las cajas de plástico de Ikea. Cuestan 5 euros, pero se pueden ir comprando varias cada año, hasta tener las necesarias. En ellas puedes tener ordenados los paquetes tal cual vienen de la tienda y cerrarlos con pinzas una vez abiertos. Cuando se acaban los tiras y listo. No tienes que lavar nada. Sólo de vez en cuando las cajas.
También me gustan los soportes que aumentan la capacidad de las baldas o de los armarios:
Poca gente tiene la suerte de tener una despensa de este tamaño, pero la mismas cajas sirven para un armario.
También están las cajas que venden en muchos centros comerciales y en bazares:
La cuestión está en asignar un sitio para cada cosa contando con el espacio que tenemos.