Hoy me apetecía escribir un post diferente, hablar de un tema delicado pero que hay que tocar porque muchas veces no somos conscientes de lo perjudicial que es y de lo fácil que puede ser evitarlo.
Siempre he pensado que el juguete ideal es aquel en el que el niño es el principal protagonista y no un mero espectador, como ocurre con las pantallas. En estos tiempos repletos de tecnologías por todas partes (televisión, tablets, móviles, videojuegos...) parece casi imposible mantener a los peques alejados de ellas.
Y un día, dos, tres, no pasa nada, pero al final acabamos poniéndola a diario porque solo con pulsar un botón... ¡MAGIA! No hay niño. Se quedan como robots mirando la pantalla, sin pestañear...y reciben una sobreestimulación que es perjudicial independientemente de lo que estén viendo.
Existen múltiples motivos para evitar el uso excesivo de pantallas y muchas ideas para reemplazarlas.
Comienzo por algunos MOTIVOS: (1) Mientras están pegados a una pantalla, se están perdiendo experiencias de la vida; (2) La exposición continuada produce problemas de aprendizaje relacionados con el lenguaje o la atención; (3) Sobreestimulan; (4) Las pantallas limitan su creatividad; (5) Los peques aprenden mejor interactuando.
Dicho esto, continuo con algunas IDEAS PARA REEMPLAZARLAS: (1) Leerles un cuento, o un millón; (2) Sesión de baile a lo loco y cosquillas; (3) Actividad en familia: cocinar, una manualidad, dar un paseo, hacer una masa sensorial, juegos de mesa..; (4) Sesión de mimos/ un baño de espuma; (5) Juegos DIY caseros, a veces hace sacar la imaginación a pasear; (6) Pintar; (7) Música en casa con instrumentos caseros; (8) Juguetes artesanales, desestructurados y que permitan el juego abierto (piezas de madera, elementos naturales, figuritas, ...), (9) Déjales que se aburran. ¡Es vital para el aprendizaje!
Ya tenemos razones suficientes para APAGAR LAS PANTALLAS. ¡No dejes que la tele arrebate experiencias maravillosas de vida!