Desde aquella mañana, en que nos relató todo lo acontecido, desde la hora de comer, hasta que salieron de urgencias, no he vuelto a comer calamares sin acordarme de ese niño, al que afortunadamente no le pasó nada más. ¡Qué traicionero puede ser el simple acto de llevarte algo a la boca!
Casi todos los padres habéis pasado algún episodio de miedo debido al peligro de axfisia o atragantamiento en vuestros hijos. A veces, es una falsa alarma, pero otras no, y hay que saber reaccionar.
Si tu bebé se atraganta, debes colocarlo boca abajo,sosteniendo su cabeza y hombros con el brazo derecho, y darle unas cinco palmadas entre los omóplatos. Si no hay respuesta por parte del bebé, hay que llamar rápidamente a la ambulancia, pero nunca dejar las técnicas e intentar no perder los nervios.
Si tu hijo es ya un niño 'hecho y derecho', pídele que tose o hable. Si éste no puede hacerlo, debido a lo que le está obstruyendo su garganta, coloca tu mano en forma de puño a la altura de sus costillas más bajas. Después, manten la presión a la altura de su abdomen y utiliza la otra mano para deslizarla hacia arriba haciendo presión en su estómago, de manera rápida. Repite el movimiento todo lo que sea necesario, si a la segunda vez no responde, llama a la ambulancia.
Ojalá no tengáis que poner en práctica estos métodos. Los pediatras recomiendan insistir a los niños en comer despacio y masticando mucho.
¿Habéis pasado alguna vez por un trance así?
¿Vulnera este post tus derechos? Pincha aquí.
Modificado: