"Tú no vales nada"



Acabo de darme cuenta que el mensaje que me dio mi padre terrenal, se había vuelto una ley que inconscientemente dirigió mi vida hasta ahora, la recibí desde muy temprano. Al no tener la presencia de mi padre en mi vida, con su indiferencia, miedo y cobardía me dijo "Tu no vales nada". Que tu progenitor, o la persona que se supone debe ser el cuidador y protector de tu vida, te dé la espalda de esa manera, es triste.

Cuando niña, joven, aún adulta viví apocada, pensando que en verdad soy una mujer que no importa lo que haga nadie me va a aceptar, en la familia, iglesia, el trabajo, el menaje inconsciente que brotaba de mi, era este: "Tu no vales nada", y ahora vengo a descubrir la razón por la que ese mensaje aun inconsciente dominaba mi vida.

A veces hay problemas en nuestras relaciones interpersonales, y no nos damos cuenta porque actuamos de cierta manera, queremos que las personas nos satisfagan con sus tratos, pero nosotros llevamos leyes que nuestros progenitores nos han dado, cuando niños: "Haz todo de manera perfecta" cuando son exigentes en ensenarnos las cosas y quieren que hagamos a su modo, "no puedes ser libre", cuando son demasiado sobreprotectores, "Cuando tengas una profesión serás alguien en la vida", "Para lograr algo debe ser a costa de todo sacrificio", y así sucesivamente, frases que ellos usaban para educarnos e inculcarnos las normas de vida. Algunos mensajes se convirtieron en leyes que resaltan nuestra manera de vivir y actuar, unas son buenas pero otros dolorosas, que nos atrapan, y no nos dejan crecer y madurar emocionalmente.

En estos días estoy pasando un curso de discipulado donde aprendí que importancia es ver el trasfondo de nuestra vida, observar cuales son las leyes que nos han dejado nuestros padres y cuidadores, para en base a eso, mejorar en nuestra relación con Dios y con nuestros semejantes. Afrontar con aprecio a las personas preguntando, la razón por la que no dejan actuar como nosotros deseamos.

Desde mi juventud supe que Dios es mi padre, y podía pedirle todo lo que yo quisiera, él es quien satisface todas mis necesidades. He aprendido a ir delante de él, en oración por cada necesidad que tenga y si esta conforme a su voluntad lo concede. El ha provisto en todo momento de mi vida. ¡Gracias Padre! por ser esa persona que llenó el vacío que dejó mi padre terrenal. Espero y esta reflexión le ayude a entenderse usted mismo. ¿Qué tipos de mensajes te dejaron tus padres? ¿Cuáles de ellos son positivos y alentadores? ¿Cuáles de ellos son como leyes que dominan tu ser haciendo que tu te veas tan miserable cada ves? Escríbelas en tu diario personal.

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