Conocer los derechos y responsabilidades asociados a esta figura es fundamental para quienes enfrentan esta situación o desean planificar el futuro de sus familiares más vulnerables.
Qué es un tutor legal
Un tutor legal es una figura jurídica regulada por el Código Civil. Su objetivo principal es garantizar la protección de los derechos y el bienestar de las personas que, por circunstancias específicas, no pueden actuar por sí mismas.Se trata de una persona designada legalmente para representar y asistir a otra persona que no puede ejercer plenamente la gestión de sus derechos o bienes por ser menor de edad.
La tutela se aplica en los casos de menores no emancipados en situación de desamparo, que no estén bajo el régimen de la patria potestad. Aunque anteriormente podía aplicarse al caso de adultos incapacitados, desde septiembre de 2021 esta figura ha quedado reducida a la tutela de menores.
La necesidad de su nombramiento debe ser establecida siempre por un juez. Los tutores legales deben actuar siempre en beneficio del tutelado, priorizando, en todo caso, su bienestar personal y económico. Dada la gran responsabilidad de la función, el tutor responderá de su actuación ante el juez que lo designó.
Cuándo es necesaria esta figura
Una vez que entendemos qué es un tutor legal, es interesante saber en qué casos será necesaria su designación, ya que no siempre será necesario.Desde la aprobación de la ley 8/2021, de 2 de junio, por la que se reforma la legislación civil y procesal para el apoyo a las personas con discapacidad en el ejercicio de su capacidad jurídica, ya no se nombran tutores respecto de los adultos legalmente incapacitados. Por ello, los casos en los que es necesaria la figura del tutor se reducen a dos situaciones:
Menores no emancipados en situación de desamparo
Son los casos en los que el menor se encuentra en situación de abandono por no haber nadie ejerciendo su guarda.Menores no emancipados no sujetos a patria potestad
En este caso, ambos progenitores han fallecido, están ausentes, han sido privados de la patria potestad o no pueden ejercerla.En ambos casos, será necesario el nombramiento de un tutor legal que se responsabilice del bienestar del menor. El tutor legal asegura la protección integral de los intereses del tutelado cuando este no puede actuar autónomamente en los ámbitos personal, patrimonial o legal.
Qué funciones y obligaciones tiene un tutor legal
En cuanto a las funciones y obligaciones de un tutor legal, es primordial tener en cuenta que este debe actuar, en todo caso, en beneficio exclusivo del tutelado, evitando cualquier tipo de conflicto de intereses. Es decir, que cualquier función del tutor debe regirse por estos principios.Las responsabilidades específicas del tutor varían en función de las necesidades del tutelado, pero, en general, serán las siguientes:
Representación legal
El tutor ejercerá la representación del tutelado en actos jurídicos y administrativos, siempre con la excepción de aquellos actos que el tutelado pueda realizar por sí mismo.Protección personal
Debe garantizar la adecuada atención a la salud, educación, bienestar y desarrollo integral del tutelado. En este caso, las funciones concretas dependerán de la situación específica del menor.Gestión patrimonial
La persona encargada de la tutorización del menor también estará encargada de administrar el patrimonio del menor con diligencia. Deberá proteger el valor de sus bienes y destinarlos al beneficio de su tutelado.Rendición de cuentas
Dada la importancia de las funciones y la vulnerabilidad del menor, el tutor deberá presentar informes periódicos al juzgado que determinen su gestión patrimonial y la situación personal del menor.Por otra parte, tendrá una serie de obligaciones más específicas. Estas están dirigidas a la protección del menor y son las siguientes:
Solicitar autorización judicial para la realización de ciertos actos. Estos actos pueden ser la enajenación de bienes inmuebles, la aceptación de herencias o la realización de actos de disposición de cierta importancia.
Respeto a las decisiones personales del tutelado. Siempre que el tutelado tenga capacidad para tomar decisiones, el tutor debe respetarlas en la medida de lo posible y de lo razonable.
Mantener al juez informado de circunstancias relevantes que afecten al menor.
Realizar un inventario de bienes al inicio de sus funciones como tutor legal.
Limitaciones del tutor legal
El ordenamiento jurídico arbitra ciertos límites a la actuación del tutor legal, con la finalidad de proteger al tutelado y evitar posibles abusos o conflictos de interés. Hay que tener en cuenta que la posibilidad de cambio de tutor legal es real, siempre que no se estén respetando los derechos del tutelado.Por un lado, el tutor no podrá actuar en situaciones que no admiten la representación, como puede ser el matrimonio. Tampoco, en actos prohibidos al tutelado.
No podrá representar al tutelado cuando exista un conflicto de intereses o adquirir bienes del tutelado a título oneroso. Ni siquiera podrá recibir liberalidades o regalos del tutelado, hasta la aprobación definitiva de su gestión.
Asimismo, algunos actos requerirán de autorización judicial previa, como la venta de propiedades o la realización de inversiones significativas. Tampoco podrá realizar donaciones o actos que disminuyan el patrimonio del tutelado sin una justificación aprobada judicialmente.
El incumplimiento de estas limitaciones puede conllevar sanciones legales, incluida la remoción o cambio del tutor legal o responsabilidades civiles y penales.
Cómo se designa un tutor legal
Para saber cómo designar un tutor legal debemos acudir, en todo caso, al Código Civil. Es importante tener en cuenta que cualquier persona en pleno ejercicio de sus facultades, puede ser nombrada tutor legal siempre que no esté afectada por las inhabilitaciones previstas en el propio Código Civil.Puede tratarse de personas físicas o jurídicas, pero, en el caso de personas jurídicas, no deben tener fines de lucro y entre sus objetivos debe figurar la protección de menores.
La designación de tutor legal siempre resulta de una decisión judicial en un procedimiento iniciado por familiares, instituciones o el propio Ministerio Fiscal.
El procedimiento será el siguiente:
Solicitud de tutela. Presentada ante el juzgado competente.
Valoración judicial. El juez evalúa la idoneidad de los posibles tutores, teniendo en cuenta factores como la relación con el tutelado, la capacidad para ejercer la tutela y la ausencia de conflictos de interés.
Resolución judicial. El juez emite una resolución que designa al tutor legal.
Como vemos, la figura del tutor legal alberga cierta complejidad y su nombramiento es un proceso que requiere la asistencia de un abogado especializado en la materia.
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