Como alguna vez me han preguntado por ideas de menús con invitados, me ha parecido interesante contaros cómo nos organizamos ese día para que todo fuera sobre ruedas, sin estrés.
Teníamos un problema… con actividades varias no íbamos a pasar por casa en todo el día, ¿cómo íbamos a hacerlo? Tenía que estar todo listo para cuando llegáramos, para dar de cenar a la baby, acostarla, y cenar todos los demás sin que se nos hiciera demasiado tarde.
Lo que hicimos fue dejar la comida preparada, cosas que no hubiera ni que calentar. Elegimos además un menú con comida que gustara tanto a niños como a adultos y dejamos cada cosa preparada en el plato en el que se iba a servir, para tener sólo que abrir el envase y ponerlo en el plato (y no andar buscando bandejas por toda la casa).
Cada cosa en su envase y sobre el plato/bandeja sobre los que iban a llevarse a la mesa.
Así que cuando llegamos… todo fue más o menos como la seda.
El menú fue el siguiente (8 adultos y 7 niños, a la bebota le di puré):
1 empanada de bonito
2 tortillas de patatas
tabla de quesos
salchichon y fuet
foies con panecillos/biscotes con arándanos y sin nada
anchoas
boquerones
gazpacho
librillos de solomillo de cerdo rellenos de jamón y queso
2 tartas de queso (tenéis la receta aqui)
Además, de una cena del viernes, se nos sumó una bandeja de pasteles de Bilbao (ñami ñami) y uno de los invitados trajo unas porciones de tarta gigantes de crema de queso, red velvet y chocolate. ¡¡Todo muy light!!
¡Listo para servirse!
Sobraron la mitad de los postres. ¡Demasiado!
No podía dejar de enseñaros estas tartas. Son compradas y están… espectaculares, sobretodo la negra y blanca, de crema de queso y chocolate.
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