Sí, hoy no me corto, así que mojigatos y mojigatas, ya podéis ir abandonando la sala que estoy suelta y no me voy a morder la lengua.
Últimamente me he planteado muy seriamente esto de mandar a la mierda. Y lo he hecho, aunque luego me han puesto a parir, claro. Pero, ¿y a lo gusto que me he quedado? Porque eso es lo importante, que me he quedado de puta madre.
Antes de ponerme en modo mandar a la mierda, he aguantado tanta ídem y me he mordido tanto la lengua que como ahora vea que algo no me gusta no me corto un pelo.
Así que sigue con tus indirectas, sigue juzgándome por ser auténtica, libre y sincera, por tener los valores que no tenéis, por no dejarme engañar con ilusiones que se desvanecen por momentos, por tener la coherencia que te falta.
Seguid, seguid con lo vuestro que ya veréis como me divierto, porque ya no me callo ni una. Y podéis no publicar mis comentarios pero no podéis hacer que me calle la boca. Por que otra cosa no seré, pero a valiente te apuesto lo que quieras que no me ganas.
Y cuando cierre este blog en breve, porque me he cansado de ser vista solo como madre, que para ser madre ya tengo a mi hijo, puedes seguir poniéndome a parir, creyéndote lo más, sí tu, influencer de medio pelo
Solo te doy un consejo… De mi solo encontrarás sinceridad, no te gustará lo que digo pero voy de cara, eso sí, cuando estés en ese ambiente de tanto buen rollo y tantos besuqueos y cuanto nos queremos… Vigila bien tus espaldas porque los puñales van que vuelan.
.