Desafortunadamente, es frecuente que las niñas refugiadas, tengan menos oportunidades que los niños refugiados que se encuentran en su misma situación. ACNUR, La Agencia de la ONU para los Refugiados, es consciente de ello y ha identificado diversas maneras en las que podemos ampliar su acceso a la educación. Como se trata de una labor titánica, no puede hacerlo sola y necesita ayuda para llevar a cabo esas estrategias que, a nivel mundial, servirán para corregir, de este modo, el desequilibrio existente.
ACNUR, ahora les toca a ellas
ACNUR tiene claro que lograr que las niñas refugiadas puedan acceder a una educación de calidad requiere la implicación de toda la sociedad, no solo el esfuerzo de los ministerios nacionales de educación sino también de las instituciones de capacitación del personal docente, de las comunidades y por supuesto, de las aulas. Esta tarea, lleva muchísimo trabajo detrás, sobre todo teniendo en cuenta que en muchos países se lucha desde hace tiempo por conseguir prestar servicios adecuados a sus propios ciudadanos. Por ello, tal y como aseguran en ACNUR, es necesario un esfuerzo internacional que ayude a los niños refugiados y, en especial, a las niñas.
Ya sabéis que, los estudiantes de hoy son los líderes del mañana. Tal y como cuentan en ACNUR, limitar el acceso a la escolarización de las niñas refugiadas, magnifica los ya tristes desafíos que conlleva una vida en el exilio como llevar una vida saludable, encontrar trabajo y por supuesto, conservar la dignidad. A estas niñas, les será más difícil, ante la falta de educación, protegerse contra los abusos y reconstruir y asumir el control de sus vidas.
El acceso a la educación resulta vital para que las niñas refugiadas sean, el día de mañana, mujeres que puedan liberar su potencial como líderes de paz. Sin una educación, se está negando a estas niñas contribuir al tan necesario fortalecimiento del respeto a los derechos humanos.
Sin acceso a educación, las posibilidades de miles de niñas de construirse un futuro quedan reducidas a la nada a causa de las guerras que se libran es sus países de origen.
ACNUR nos ayuda a ayudar
La mitad de las personas que han tenido que huir de sus casas, fueron niños y niñas. Sus infancias quedan rotas por una huida necesaria que les obliga a dejar su entorno, sus hogares y sus colegios.
Miles de niños y niñas de todas las edades en todo el mundo se convierten en refugiados a causa de la violencia y los conflictos. Gracias a ACNUR consiguen tener una vida digna logrando un refugio que les sirve de hogar, también logran materiales básicos para tener un día a día lo más cómodo posible dentro de las circunstancias y acceso a la educación. Para conseguir esto, ACNUR necesita el apoyo de ciudadanos como nosotros.
Permitidme que os invite a reflexionar sobre todo esto y os animo a colaborar hoy mismo con ACNUR para ayudar a los refugiados y contribuir a dar un futuro digno a millones de niños y niñas en todo el mundo. Gracias a nuestra solidaridad, muchos de estos niños y niñas refugiados, podrán cambiar su futuro y su suerte.
Buen día a tod@s!!