Os escribo mi carta un poco tarde aunque espero que todos mis deseos se puedan cumplir el año que viene, y si no es el año que viene el próximo porque sería el niño más feliz de la tierra.
Podría empezar diciendo que este año me he portado muy bien pero no es así. Quizás los que hayáis tenido hermanos mayores sepáis de lo que estoy hablando. Ser el pequeño de la familia no es nada fácil porque tengo que estar siempre a las órdenes de mis hermanas mayores y de mis primos. Siempre me acusan de cosas que yo no hago pero para ellos es mucho mejor acusar al más pequeño porque saben que no se va a quejar…
Pero eso es lo de menos. Lo bueno es que a pesar de las discusiones peleas diarias con mi familia afortunadamente SOY UN NIÑO FELIZ.
Hoy no escribo estas palabras por mi sino por dos de mis mejores amigos del cole. Quiero verles felices y sé que con vuestra ayuda lo conseguirán.
El primero de ellos ha llegado nuevo este año al cole. Es mi amigo Marc. Es un niño que apenas habla con nadie. Se queda recluído en un rincón mirando hacia la ventana y puede pasar horas y horas sin moverse. Las profes están muy pendientes de él y dicen que entre todos tenemos que arroparle y hacer que se sienta bien y aunque no nos conteste debemos estar ahí siempre para lo que quiera.
A veces me acerco a Marc y veo en sus ojos la bondad y la inocencia de un niño y aunque a veces grita y se enfada cuando las cosas no se hacen como el quiere o cuando algo no le sale bien estoy convencido de que seremos muy muy buenos amigos.
La profe dice que el papá y la mamá de Marc no están juntos y que por eso se porta así. Por eso os pido Queridos Reyes Magos que la alegría entre en su casa a partir de ahora y que tenga todo el amor y cariño por parte de toda su familia.
La segunda es mi amiga Lucía. Ella no ve bien y lleva unas gafas super chulas de color azul. Los niños mayores se meten con ella y la llaman “cuatro ojos” y “gafotas” . La última semana no ha venido al cole y no se por qué ha podido ser.
A mi me encanta que lleve sus gafas porque esta guapísima y es diferente a las demás pero cada vez que se meten con ella se pone a llorar y quiere irse a casa con sus papás. Queridos Reyes Magos os quiero pedir que para mi amiga María y cientos de niños como ella que sufren cada día los insultos y las risas de otros niños una CAPA ESPECIAL con la que puedan luchar, y aprendan a luchar con la palabra y con esas palabras puedan fulminar a esas personas malas que hacen daño a los demás.
Con esto yo creo que por el momento es suficiente Reyes Magos. Es muy bonito pedir coches, aviones, juguetes para nosotros o pedir la paz mundial. Pero a veces tenemos que empezar por cambiar las cosas que tenemos a nuestro lado porque así conseguiremos ganar las GRANDES BATALLAS del mundo.
Daniel.
FOTOGRAFÍA: Violeta Rodriguez.
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