Son muchos los meses que hemos pasado sin escribir, haciendo alguna entrada, dejándola en borradores sin acabar, añadiendo alguna modificación a entradas anteriores....
Pero la falta de tiempo, de ganas y la desmotivación que de tanto en tanto viene ( al ver que tras el esfuerzo de cada entrada, hay poquitas visitas...:( ), han hecho que dejásemos muy de lado este pequeño rinconcito donde abrirnos.
Sin embargo, hace unos días se volvió a encender la chispa en mi interior, hablando con una amiga (sin hijos, por cierto) que me animaba a seguir con ello, a no decaer en hacer algo, que aunque inviertas tiempo que no tienes y no obtengas recompensa ( visitas y comentarios, ¡obvio! ojala fuese económica.... :P jeje), te hace sentir bien y a gusto.
Así que aquí estamos, ilusionadas con un nuevo año, esperando re engancharnos al mundo 2.0, disfrutar y que disfrutéis con ello.
Dicho esto....¡EMPECEMOS!
La sociedad en la que vivimos está completamente inmersa en las tradiciones religiosas como son la Navidad o la Semana Santa. En Navidad todos nos juntamos con la familia, hacemos grandes comilonas como si se fuera a acabar el mundo, mandamos felicitaciones a aquellos a quienes hace años que no vemos y hacemos regalos, MUCHOS REGALOS.
La navidad es una mezcla de magia y nostalgia para unos e hipocresía y consumismo para otros.
Sin embargo, teniendo un concepto u otro de las fechas navideñas, todos ( o casi) celebramos la llegada de los Reyes Magos, ya sea con juguetes, regalos muy caros o regalos "handmade" con mucho amor.
En los últimos años, conozco cada vez más gente que se niega a hacer creer a los niños la existencia de los reyes magos, lo que entra en completa contradicción con la muchedumbre.
Pero... ¿ Qué es realmente correcto?
Hay quienes sienten que contar la historia de los tres barbudos magos que vienen en sus camellos desde Oriente y traen regalos a tooooodos los niños, es mentirles y mofarse de su inocencia. Otros, en cambio, creen que tan solo se trata de mantener la magia.
¿ Supone para los niños un gran trauma o decepción creer o no en los Reyes Magos?
NO
No hay ninguna evidencia científica que demuestre que ninguna de las dos posiciones cause problemas en los niños.
Así que...
¿ Porque creer en los Reyes Magos?
Por mantener la ilusión y la inocencia. Por volver a sentir la magia que sentíamos nosotros de pequeños, al ir a la Cabalgata o dejar comida y bebida bajo el árbol ( para los pobres camellos también eh).
¿ Porque no creer en los Reyes Magos?
Porque sentimos que de lo contrario estamos mintiéndoles u ocultando la verdad. Porque educamos y concienciamos de un consumo más responsable, les hacemos partícipes e incluso ellos pueden aportar su granito de arena.
No explicar la historia de los Reyes Magos no significa que no se celebre la Navidad o no se celebre el 6 de enero con la llegada de regalos, es hacerlo de otro modo. Parémonos a pensar: ¿ cuantas veces hemos considerado excesivo y exagerado el gasto de los días navideños? ¿ Necesita un niño 4 regalos, en las 5 casas a las que vienen los reyes magos a traerle regalos, para ser feliz?
No haremos una lista de argumentos a favor ni en contra de cada posición, porque ambas son válidas y aceptables.
Sólo queremos dar nuestra pequeña aportación, por si os ayudase.
Todos conocemos la historia de los reyes magos (cuento de los Reyes magos), así que no entraremos en detalles, pero si por el contrario optáis por no contar este "cuento" a vuestros hijos, os proponemos: explicadles que existe la historia de los Reyes, que hay papás a los que les gusta esta tradición y quieren contársela a sus hijos. Es una tradición mágica, que hemos de respetar aunque no la compartamos. Nosotros, podemos optar por no celebrarlo directamente, o por hacerlo de forma alternativa.
Puede que nos hagamos regalos igualmente, con el factor sorpresa incluido, pero sin historias de fantasía, de modo que se mantiene la ilusión, pero otro tipo de magia.
Se trata de una situación realmente complicada cuando tu entorno no acompaña. Muchos padres se sienten intimidados y coaccionados por la presión social o familiar de seguir lo que es " socialmente correcto". De modo, que así, podéis seguir con el ambiente navideño, la ilusión y la magia, sin necesidad de explicarles ningún cuento falso.
Si por el contrario, optáis por seguir con la tradición, os recomendamos una serie de pautas para que en el momento que el niño se entere de que los Reyes son en realidad los padres, no se sienta engañado:
- No le mintáis. Puede que en ese momento él se sienta engañado y sienta que le habéis mentido, explicadle con calma, serenidad y mucho amor, como ha ido sucediendo todo.
- No le estáis mintiendo, mantenéis la magia. Es uno de los argumentos que podéis darle. Habéis sido complices y partícipes de que se haya ilusionado y emocionado, a la par que disfrutado, de cada 6 de enero de su vida.
- Recordad anécdotas, con complicidad. Contar algunas anécdotas bonitas o divertidas de la noche y día de Reyes, hará que el niño se sienta más relajado y más a gusto con lo que le estamos contando.
- Si tiene hermanos o primos pequeños, hacedlo vuestro cómplice, que os ayude a preparar cosas, que participe en los preparativos y eventos relacionados, que nos de su opinión.
- Y sobretodo, lo más importante, que se mantenga la ilusión. Un niño de 6 años, por ejemplo, no tiene porque dejar de ilusionarse sólo porque no crea en los Reyes Magos. Podemos seguir manteniendo esa curiosidad e inquietud, que le seguirá quedando cada noche de Reyes. Ya no pondrá comida a los camellos, pero seguirá yéndose a dormir, nervioso y con cosquillitas en la tripa, de que es lo que le espera al levantarse.
Pero recordad: comprad con cabeza, sin malgastar y acordándoos de todos aquellos que no tienen.
Explicadnos, ¿que hacéis en vuestro caso?¡¡¡Aprovechamos para desearos un felicísimo año nuevo!!! Deseamos que venga cargado de salud, amor y felicidad para todos