Por Marcela González
Casi todas las Mujeres alrededor del mundo queremos lo mismo, es una especie de fantasía que pulula en nuestra cabeza, que muchas veces nos llena de frustración cuando comprobamos que es físicamente imposible, y que también nos regala un hálito de satisfacción cuando vemos que humanamente, intentamos acercarnos.
Lo que muchas mujeres queremos es CLONARNOS.
La conversación constante que habita en la cabeza de más de una que se hace Madre es ¿Cómo responder con mi desafío profesional y al mismo tiempo desempeñarme con éxito en las tareas del hogar y en el invaluable papel de madre?
Y es que no nos digamos más mentiras, es imposible ser buena en todo, sin contar las que además muy a las 9 o 10 de la noche se alistan para las faenas del amor, y eso sin previo aviso. (porque puestos a decir verdades, para muchas incluso hasta el sexo llega a ser una tarea más, contra el reloj)
En este artículo, por obvias razones no puedo darte los 3 secretos para clonarte exitosamente. Lo que si puedo contarte es que hay maneras de trabajar un poco menos realizando una actividad productiva en tu casa o donde tu quieras, y además compartir tiempo con tus hijos, con tu marido, con la vecina o con quien se te antoje….o sola, claro está.
Puede ser una decisión de tipo temporal, por unos dos o tres años mientras te aseguras de que tus hijos están en las mejores manos, o puede ser una decisión que tomas porque ya estás harta de lidiar con los afanes y las prisas del día a día, haciéndolo todo a medias y postergando las cosas que quieres hacer desde hace mucho tiempo.
Yo leo con cierta desazón aquellos artículos llenos de creencias que nos enmarcan en un cuadro de obligaciones casi que sin permitirnos ningún gusto. Artículos como las 10 cosas que dejaste de hacer desde que eres madre: Dormir hasta tarde, leer un libro, darte una ducha larga, ir a la peluquería cada semana, o irte de rumba si quieres. La compensación: Unos hijos hermosos algunas veces insoportables, por qué no decirlo.
Pregúntale a una mujer mayor si definitivamente no se dedicaría mucho más tiempo a sí misma del que se dedicó cuando era jóven, y te contestará con seguridad, que sí lo haría. Te apuesto lo que quieras.
Yo no pretendo que dejes tu vida profesional, ni que te dediques todo el día a enrolarte como madre y ama de casa, porque de ser así, yo sería la primera en enloquecer. De hecho, lo hice durante un año. Me quedé en la casa, me dediqué a limpiar y a organizar, a hacer la comida y a esperar a mis hijos a su llegada del colegio.
En algún momento uno de ellos, llegó a decirme pero Ma, si tu no haces nada más ¿Qué te cuesta hacerlo? cuando le pedí que tendiera la cama. Oh my God!!! como dicen en las películas gringas:
¡¡¡He creado un monstruo!!!
No, no se trata de volvernos aquellas mujeres que viven por otros y para otros, atendiendo y esperando a ver quién solicita de nuestros servicios, pero tampoco podemos marchar cada mañana y desaparecer sin dejar siquiera el aliento tras cruzar la puerta.
El secreto mágico y la gran respuesta a esta gran encrucijada es el Equilibrio. Ni más ni menos. Hay que encontrar el equilibrio entre una cosa y otra. Entre mi tiempo y el tiempo de mis hijos. Entre mis deseos y las promesas hechas a mi misma y las que he hecho a los demás.
Yo te voy a explicar una cosa. Yo en este Blog no hablo, comparto. La diferencia entre Hablar de algo y Compartir, es que lo primero se hace desde la razón, y lo segundo desde el corazón. Cuando comparto, te hablo de mi vida, de mis experiencias, de mis opiniones.
Cuando hablo de, puedo hacerlo de Arquitectura, de un libro, de un trabajo, o de lo que sea. Cuando comparto, me dejo el alma transmitiéndote algo, una opinión, una vivencia, una experiencia de vida o un sentimiento, para que tomes acción y descubras que tú también puedes hacer lo que quieras sin seguir necesariamente todo lo que el sistema te dice que debes hacer.
¿Te suena esto? Trabajar, consumir, trabajar, consumir y por ende delegar el tiempo con tus hijos, posponer tus actividades lúdicas y seguir consumiendo para lo cual debes trabajar y trabajar a veces sin el tiempo de tomarte si quiera una ducha de forma relajada.
Cuando decidas empezar a trabajar media jornada en tu casa obviamente seguirás ejerciendo tu carrera. Puedes escribir acerca de tus asesorías, de los productos que vendes, de los servicios que ofreces. Puedes poner fotografías de todo eso que sabes hacer y que no has vendido todavía porque no sabes cómo llegarle a la gente. Gente que está en todas partes del mundo.
Puedes incluso atreverte a enviar un mensaje de evangelización, si es eso lo que quieres. Si estás segura de que tienes la pócima de la felicidad, ¿por qué no compartirla?
Puedes escribirle a otras mujeres como yo, que queremos salir adelante y dejarnos de tantas presiones impuestas por la sociedad.
Puedes investigar acerca de lo fácil que es viajar y compartirlo con el resto del mundo mientras ganas dinero. Si viajar te apasiona, puedes trabajar desde cualquier lugar del mundo. Este trabajo tiene una característica fenomenal, su portabilidad.
Puedes contarnos a todos cuáles son los mejores planes, dónde se consiguen los mejores precios, cuáles son esos lugares maravillosos que toda mujer debe conocer antes de cumplir sus 40, sus 30, sus 60. ¿Por qué seguir posponiendo? ¿Qué sentido tiene?
Recuerda que escribir en tu propio Blog te genera ingresos, aprender a mercadear en la red lo que sea que quieras mercadear, te genera ingresos.
Puedes ofrecer tus consultorías en lo que sea que hagas. Puedes cobrar por tu hora de trabajo, si así se lo planteas, a tus posibles clientes. Puedes ofrecer asesoría en salud y en esos productos que tan buenos resultados te han dado. Puedes posicionar esa empresa en la que tanto has invertido y que tan agradecidos frutos comienza a generarte.
Lo único que te estoy diciendo es que hagas lo mismo que estás haciendo hasta ahora pero dedicando menos tiempo, menos horas del día, porque todo lo que cuelgas en la red, allí se queda, levitando en espera de encontrarse con cuanto internauta haya aquí o a miles de kilómetros. Todo eso ocurre mientras duermes, mientras juegas con tus niños, mientras paseas al perro, mientras viajas, mientras ves una película con tu amado.
Puedes hablar de, o puedes compartir. Con este trabajo verás que no es necesario clonarte y que además no hace falta!!, que puedes dedicar una parte de tu día a trabajar y otra a estudiar, compartir con tus hijos o dedicarte a ti. Sólo es cuestión de que lo decidas.
En mi caso, yo empecé trabajando directamente para Empower Network mercadeando sus productos, que me encantan. Comenzaré también con mis asesorías para la Planificación y Organización de Obras de Construcción que es lo que he aprendido en estos últimos 20 años y prácticamente lo único que sé, y seguiré compartiendo con cuanta mujer se me atraviese en este Blog, porque sé que tu igual que yo somos centro, somos vida, somos amor.
En nuestras manos están los niños, los ancianos. La sociedad entera.
Por supuesto allí “Hablaré de”. No me dejaré el alma como lo hago cuando hablo contigo. Pondré gran parte de mis apuntes de universidad, y le enseñaré a todos aquellos promotores que incursionan en el negocio de la construcción para que sepan qué cosas deben tener en cuenta a la hora de iniciar sus obras, ya que muchos de ellos no son arquitectos ni ingenieros, son promotores, es decir, los de la plata.
Mejor dicho, talentos y recursos hay muchos. Simplemente haz que sean visibles.
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